MUHAMMAD ALI

Muhammad Ali: a cinco años de su muerte

Este 3 de junio se cumple el primer lustro de la partida del boxeador más grande del siglo XX, el luchador social que brilló en el ring y se opuso a ir a la guerra en nombre de EUA

DEPORTES

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Este 3 de junio se cumple el primer lustro de la partida del boxeador más grande del siglo XX. Foto: EspecialCréditos: Especial

Sucumbió su aliento, pero no su historia. Era el 3 de junio de 2016, el sol había partido y tras su luz se fue también ‘El Grande entre los Grandes’: Muhammad Ali, que dio sus últimos suspiros, como el hombre libre que desde el cuadrilátero enseñó más que sus talento con los puños: mostró la grandeza de ser distinto, de comprometerse con sus principios y no doblegar sus decisiones, aunque le costara el señalamiento y el prejuicio.

Eran las 21:10 horas del viernes 3 de junio en Phoenix Arizona, cuando un choque séptico se llevó a Muhammad Ali, con solo 74 años de edad. Por 32 años batalló contra el Parkinson, pero ni la enfermedad crónico degenerativa pudo noquear su nombre, su historia y su legado.

Era el 17 de enero de 1942 cuando Louisville, Kentucky vio llegar a Cassius Clay, un niño rebelde que creció entre la segregación y la pobreza y que, una tarde lleno de rabia después de que le robaron una bicicleta fue a reclamar a un policía quien vio en su furia el talento para boxear.

Él, Joe Martin, se encargó de pulir sus puños, afinar su guardia, equilibrar su defensa y contraataque. Con solo 18 años de edad, en Roma, Italia se convirtió en Campeón Olímpico y dos meses después inició su acelerado ascenso hacia los cuadriláteros profesionales.

Con 31 victorias consecutivas escribía su historia y lo que para un gremio era soberbia, para otro era emancipación y orgullo. “Soy el más grande, soy el rey del mundo!”, decía.

Ni político ni activista, sino una verdadera influencia que desde el cuadrilátero mordía el bucal con la misma furia que luchaba contra las injusticias a la comunidad afroamericana, Clay ganó el cetro completo del Consejo Mundial de Boxeo por vez primera el 25 de febrero de 1964, al superar a Sonny Lison, días después se convirtió al islam y cambió su nombre a Muhammad Ali.

Con nuevas creencias, nuevo nombre e identidad, defendió el título en nueve ocasiones y solo se lo pudo quitar su propia boca, pues fue condenado a cinco años de prisión por negarse a enlistarse en el Ejército de Estados Unidos que combatió en la Guerra de Vietnam y aunque eludió la cárcel, se le prohibió boxear y perdió más de tres años por su pacífico desacato (de los 25 a los 28 años de edad).

El 28 de junio de 1971 la Corte Suprema de Estados Unidos revocó el cargo de evasión de reclutamiento y Ali pudo pelear de nuevo; el 3 de marzo de 1971 retó a Joe Frazier por su cetro y sucumbió pero en 1974 recuperó el título al vencer al novel George Foreman.

Alí fue tres veces monarca de los pesos pesados, pero más que levantar el puño victorioso entre las vendas, lo alzó a nombre de la igualdad racial y el orgullo de saberse una leyenda. "Cuando eres tan grande como yo es difícil ser humilde". "Al golf también soy el mejor, sólo que todavía no he jugado”, externaba también.

Pero su fulgor en el encordado no se reflejaba en la cartera. Le fue mal en los negocios, fue defraudado por personas cercanas a su carrera y aunque por recomendación médica no debía regresar después de su último pleito en 1978 (una victoria ante Leon Spinks), él decidió hacerlo por dos peleas más ante Larry Holmes el 2 de octubre de 1980 y luego ante Trevor Berbick el 11 de diciembre de 1981; ambos duelos los perdió.

Tras saber de su padecimiento de Parkinson Muhammad Ali viajó por el mundo: visitó Cuba, Afganistán o Sudáfrica, donde Nelson Mandela estaba encarcelado por luchar contra la segregación racial.

Se encargó de encender el pebetero de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y, a finales de los 90 apoyó a su hija Laila a iniciarse en el boxeo (cosa poco común en una época donde aún se consideraba que era un deporte para hombres).

Su funeral fue el 10 de junio en su natal Louisville, Kentucky, donde el aeropuerto lleva su nombre, el nombre de un hombre que nació para ser libre y convertirse en el bálsamo de quienes continúan la lucha para que todo afroamericano camine libre y orgulloso de serlo.

MÁS SOBRE SU VIDA

Se enfrentó a Trump

Aún ante Donald Trum se manifestó Muhammad Ali, pues el ex presidente establecía que no permitiría la entrada de musulmanes a la Unión Americana y el ex pugilista convocó a esta comunidad religiosa para enfrentar “a quienes quieren usar el islam para imponer su agenda personal”.

Era menor que los pesados

Aunque Muhammad Ali siempre peleó por cetros de peso completo, el estadounidense tenía una inusual guardia baja y veloz agilidad para moverse en el ring con las piernas, Alí peleaba en las divisiones de más de 100km cuando pesaba 95 y medía 1.91m

 

POR KATYA LÓPEZ CEDILLO

MAAZ