Cruz Azul complicó sus aspiraciones de calificar directo a la liguilla del Grita México A21 y cayó como local 0-1 ante León en partido pendiente de la Jornada 11.
Los 17 mil 328 aficionados que se dieron cita en el Estadio Azteca tuvieron que lidiar con el frío ambiente pero también con un equipo celeste que no volvió a mostrar una buena cara a pesar de ganar el clásico joven ante América.
En cambio, desde un principio el cuadro esmeralda mostró intención, ideas y dio el primer aviso, al minuto 2, en una pelota que le cayó a Ángel Mena que apenas alcanzó a atajar José de Jesús Corona.
El equipo celeste resintió la ausencia por lesión de Jonathan Rodríguez. En su lugar estuvo Santiago Giménez, quien mostró voluntad, trató de aprovechar los espacios largos pero no tuvo demasiados balones a modo.
Sin embargo, al 7’, tuvo una primera aproximación en un remate de cabeza que el arquero Rodolfo Cota no tuvo problemas para controlar.
A partir de las dos primeras llegadas al inicio, ambos equipos se dedicaron a mover la pelota con mucha dinámica pero con poca profundidad. En muchos lapsos, la Fiera tuvo más posesión y claridad, y trató de atacar sobre todo por el costado izquierdo, donde el colombiano Omar Fernández fue el elemento más puntilloso.
El encuentro se cerró de tal forma que solo una jugada diferente, iba a romper las cosas. Y esa llegó, al 30’, cuando Santiago Colombatto le ganó la espalda a la defensa dentro del área y mandó un centro por derecha que por sorpresa remató a segundo poste Fernández ante la tardía reacción de la zaga para el 0-1 del visitante.
A pesar de su descontrol y su poca precisión ofensiva, el cuadro cementero tuvo la chance de empatar, al 38’, en disparo de Giménez qué pasó cerca del poste derecho.
Pese a que Cruz Azul imprimió fuerza al ataque en el complemento, la desesperación por empatar no le permitió tener la paciencia para definir sus jugadas y los intentos dentro del área rival fueron escasos y con base en muchos centros.
Lo más peligroso fue, al 65’, un servicio de Ignacio Rivero que no fue rematado y dos jugadas en el área chica en tiempo de compensación que no tuvieron buen destino.
Conforme avanzaron los minutos, el público comenzó a angustiarse cada vez que los celestes perdían el esférico, de los contragolpes del rival y ciertas marcaciones del árbitro Fernando Guerrero, cada vez que había un derribo a favor de la causa local y no era sancionado.
Todo esto ocasionó que a partir del 84’ apareciera el grito discriminatorio en cada despeje de Cota y el encuentro se interrumpió en dos ocasiones.
La Máquina se quedó en 23 unidades y ahora, sin margen del error, enfrenta a Pumas este domingo en la Jornada 17 en Ciudad Universitaria. La calificación directa parece cada vez más lejos.
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