GUSTAVO PEÑA

Gustavo Peña: el vuelo del Halcón que defendió a la Selección Mexicana

Juan Ignacio Basaguren, seleccionado en México 1970, recuerda el gol de Peña que le dio el pase al Tri a sus primeros cuartos de final en una Copa del Mundo  

DEPORTES

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o del campo y sus compañeros aseguran que no le pedía nada a zagueros históricos del cuadro azteca.  Foto: Especial

La vida de Gustavo Peña relata la historia de un hombre que se transformó en halcón y, desde las alturas, descendía para robarle la pelota a sus rivales. Por eso lo apodaban así. Era fuerte, aguerrido, y de un temple inquebrantable.

Su mayor virtud se confirmó en la Copa del Mundo de 1970, la primera que México albergó en su casa. Al minuto 14 el cuadro local tuvo una pena máxima a su favor, después de que la zaga de Bélgica derribó en el área a Javier El Cabo Valdivia. 

Entre los seleccionados mexicanos estaba Juan Ignacio Basaguren quien, desde la banca, vio el amplio vuelo que tomó El Halcón para encarrerarse y hacer la anotación que le dio el pase al Tri, por primera vez en su historia, a los cuartos de final de una justa mundialista. 

“Casi se lo paran, el portero quedó a unos cinco centímetros de pararla. Brincamos todos porque ese gol fue colosal. Lo pudo haber tirado Valdivia o Borja, pero no, lo tiró el capitán Peña. Qué buen ejemplo de Gustavo Peña. Era el de más carácter, el más confiable, y le pegaba bastante mal a la pelota (risas), pero tenía el arrojo de un gran jugador”, recuerda El Fraile, ex del Atlante. 
 

 
Peña inició su carrera defendiendo los colores del Oro de Jalisco, equipo que cortó una racha de cuatro campeonatos consecutivos del Guadalajara en la época del Campeonísimo, coronándose en la campaña 1962-63. En esa misma temporada levantó el Campeón de Campeones. 

Después emigró al Cruz Azul, ganando el trofeo liguero 1968-69 y la Copa 1968-69. También jugó para el Monterrey, los Gallos Azucareros y el Laguna.

De la mano del Cinco Copas Antonio La Tota Carbajal recibió la capitanía del Tricolor. El Halcón fue convocado para tres Mundiales, jugó dos: 1966 y 1970. Era respetado dentro del campo y sus compañeros aseguran que no le pedía nada a zagueros históricos del cuadro azteca. 

“Para mí está en primer lugar. No tiene nada que pedirle a Rafael Márquez, aunque Rafa es otro tiempo, era otro futbol”, menciona Basaguren. Dice que de 30 barridas que le vio, sólo falló una.

Incluso, rememora un episodio con el representativo nacional, cuando un contrario le propinó una patada. Él se quería desquitar, pero Peña, al verlo enojado, le dijo: “No te desquites tú, porque te van a expulsar, déjamelo a mí”.
 
“Ese era El Halcón Peña. No he visto a nadie con su capacidad defensiva. No era un jugador de toque, pero tenía lo más importante: el sentido de la distancia; para un defensa y un portero es fundamental. En el uno contra uno era colosal”, asegura.
Sus últimos años, Peña los pasó batallando contra el Alzheimer, una enfermedad que deterioró su estado de salud. Ayer El Halcón voló. Se despidió a los 78 años.

Por J. Alexis Hernández