Sobre un pequeño Kart de juguete, un niño ve en la televisión a su ídolo, Ayton Senna. En 1988 festeja el campeonato del piloto brasileño como si fuera suyo. En ese momento empezó a sonar con ser el mejor del Mundo.
Con tan sólo siete años Fernando Alonso comenzó su carrera hacia la meta de su vida. “El Nano” ganó las ocho carreras del campeonato de Asturias, para proclamarse monarca. Un año más tarde repitió la hazaña, además de conquistar el de Galicia.
Los altos costos que conlleva tener un kart, por poco lo alejan de las pistas, pero llegó Genís Marcó, un importador de pequeños coches de carreras que vio el potencial en el español y decidió financiarlo.
Su primer paso internacional llegó en 1995, en el que culminó en la tercera posición de karting. Por lo que cuatro años más tarde pasó a la categoría Euro Open by Nissan, la cual resultó campeón.
Su gran salto a la Fórmula llegó en 2001, fichado por Renault, fue cedido a Minardi y la espera había terminado, el Gran Premio de Australia vio nacer a una nueva estrella. Su mejor actuación a bordo la escudería italiana fue el décimo puesto en Alemania.
Su constancia lo regresó a la escudería francesa, aún dueña de su carta, en 2003. En la primera carrera culminó séptimo. Para la segunda competencia del año, el 22 de marzo, Alonso se convirtió en el piloto más joven en lograr una pole position y un podio en la Fórmula 1, con 21 años, en el Gran Premio de Malasia.
Con dos años de experiencia en la máxima categoría, “El Nano” se hizo de un nombre y se convirtió en el piloto a vencer. Tras una temporada de ensueño, el 25 de septiembre en la casa de su más grande ídolo, el GP de Brasil, Fernando hizo historia, era Campeón Mundial, con tan sólo 24 años, para convertirse en el piloto más joven en conseguir la hazaña, superando a Emerson Fittipaldi.
Conquistó siete victorias y 15 podios en aquella temporada, para alcanzar los 133 puntos y vencer al finés Kimmi Räikkönen de McLaren y al máximo ganador en la historia Michael Schumacher, de Ferrari.
Además, se convirtió en el primer español en lograr dicha hazaña, por lo que fue reconocido con varios galardones en su país como: “El Premio Príncipe de Asturias de los Deportes” y el “Hijo Predilecto” de la ciudad de Oviedo.
Hace 15 años, Fernando cumplió su sueño, aquel niño frente al televisor que veía atento a Senna, había quedado atrás, ahora era a él al que veían levantando el título.
Por Omar Moro
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