En la primavera de 1968, un joven mexicano con dos años de experiencia en Grandes Ligas llegó a probar suerte con los Reds de Cincinnati, en busca de tener cabida en el equipo.
Jorge Rubio nació el 23 de abril de 1945 en Mexicali, y desde muy chico mostró sus grandes habilidades para jugar "El Rey de los Deportes", tanto así, que a dos días de cumplir 21 años cumplió su sueño y debutó en la MLB, con Los Angels de California.
Con dos innings sobre el montículo, Rubio ponchó un rival, dio una base por bola y permitió un hit, ante los White Sox de Chicago, el 21 de abril de 1966.
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Casi dos años después de cumplir su sueño y pasar la temporada de invierno en la Triple A, visitó las instalaciones de los Reds, en busca de una nueva oportunidad.
Ante el asombro de todos, el pitcher mexicano era ambidiestro. "Tengo la misma velocidad con la izquierda que con la derecha y puedo lanzar curvas, sólo necesito practicar para tener mejor control", explicó el mexicano a medios estadounidenses de la época.
Antes de aquel verano, el oriundo de Mexicali participó en 10 juegos con los angelinos, con marca de dos triunfos y tres derrotas. Además, tiene en su haber un partido completo con 15 ponches ante los Indians de Cleveland, el 2 de octubre de 1966, en el Anaheim Stadium.
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A pesar de su habilidad y su joven edad, Rubio fue cortado por los Reds después del spring training y regresó a México para jugar con los Charros de Jalisco, los Broncos de Reynosa y los Tigres hasta 1975.
Rubio falleció este lunes a los 75 años de edad, así lo informó la Liga Mexicana de Beisbol. Un ángel ambidiestro que sorprendió a propios y extraños.
Por Omar Moro
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