La leyenda del futbol argentino, Diego Maradona, fue intervenido ayer satisfactoriamente para extraerle un hematoma de la cabeza. El 10, que el pasado viernes cumplió 60 años, fue trasladado en ambulancia, desde un sanatorio de La Plata –a 60 km al sur de la capital–, hasta la Clínica Olivos, para ser operado de una hematoma subdural crónico. Lo acompañó en el vehículo Gianinna, una de sus hijas. Mientras que decenas de hinchas lo despidieron al grito de “Maradó, Maradó...”.
Su médico Leopoldo Luque consideró –previo a la operación– que el exfutbolista se encontraba bien de salud. “Está lúcido. Él comprende. Está totalmente de acuerdo y tranquilo”, agregó el galeno.
A Maradona se le detectó un coágulo entre el cráneo y la base del cerebro, que se le produjo por un golpe del que no se tenía referencia. El riesgo está en el estado general de cada paciente y Diego padece insuficiencia cardiaca y una fragilidad producto de sus excesos.
Maradona entró ayer a cirugía, y se le pudo evacuar el edema, con éxito.
"Él está despierto y muy bien. Tiene un drenajecito que vamos a retirar mañana (hoy)”, afirmó Luque, cuyo cuerpo médico estuvo conformado por Pablo Rubino, Fidel Sosa, Eduardo Salas, Ariel Sainz, Santiago Erice, y coordinados por Rodolfo Benvenutti