En la agenda de Billy Álvarez, presidente de Cruz Azul, hay dos tareas resueltas antes del inicio del torneo: la llegada de un nuevo portero, Sebastián Jurado, y de un defensa como Luis Romo, quien fue presentado ayer en las instalaciones de La Noria.
En espera, por diferencias salariales y algunas cláusulas en el contrato, está la incorporación de un atacante: el marfileño Aké Loba, excompañero de Romo en los Gallos del Querétaro.
“Estamos en negociaciones. Lo conozco personalmente y es un gran jugador. Sin embargo, hay muchos factores que intervienen en su traspaso: los clubes, los representantes. Si se puede dar, será bienvenido”, afirmó Jaime Ordiales, director deportivo del equipo.
Romo no podrá participar en la primera fecha del Clausura 2020, debido a la expulsión que sufrió en la última del torneo pasado, ante Chivas, en su paso por el conjunto queretano. A pesar de eso, según dijo, aceptó el reto de La Máquina para consolidar su carrera profesional.
“Éste es un equipo grande, necesitado de gente con compromiso. Aquí puedo consolidarme como futbolista y llegar a la Selección”, señaló.
A falta de cerrar el pase de Aké Loba, La Máquina traza un nuevo rumbo con Romo.
POR ALBERTO ACEVES
abr