Jimmy Garoppolo entendió que, bajo la sombra de un gigante como Tom Brady, brillar como iba a ser una empresa casi imposible. Por ello tomó la decisión de partir de Nueva Inglaterra, y en 2017 llegar a la ciudad californiana de San Francisco, en donde está a un paso de hacer historia con los 49ers, en el Super Bowl LIV de Miami, frente a Kansas City.
En su primera vez como la estrella de su equipo, el jugador de 28 años, originario de Illinois, busca cortar una sequía de 25 años sin levantar el trofeo Vince Lombardi para el equipo de La Bahía, y así emular a sus antecesores Joe Montana (1988) y Steve Young (1995) en las conquistas obtenidas en la ciudad portuaria de Florida.
La historia de éxito del número 10 de San Francisco se rastrea desde sus pasos en el futbol colegial, en donde perteneció a los Panthers de la Universidad de Illinois, representativo con el que consiguió el Premio Walter Payton, otorgado al elemento ofensivo más destacado.
Después el sueño patriota llegó a sus 23 años, al ser seleccionado durante el pick 64 de la segunda ronda del draft de 2014, y lanzar sus primeros pases viendo la mano de Brady para, con el devenir de las temporadas, convertirse en el reemplazo estelar de éste.
Su debut fue ese año al sumar seis juegos, en 2015 participó en cinco, y en 2016 logró ser titular en dos cotejos ante la ausencia de Brady, quien estaba suspendido debido al escándalo de los balones desinflados.
Con Nueva Inglaterra, Garoppolo ganó dos trofeos Vince Lombardi (2014 y 2016), pero relegado a un plano más allá del secundario. Luego en 2017 fue cedido a los 49ers, con los cuales se reinventaría como jugador para obtener la confianza necesitada.
Tan sólo en sus primeros tres encuentros, ya con la capa de la titularidad, logró superar en yardas obtenidas (mil 8 contra 488) a una leyenda de San Francisco como lo fue Joe Montana.
Consecuencia de sus actuaciones, en 2018, San Francisco le ofreció un contrato de 137.5 mdd, por cinco temporadas, convirtiéndose en el jugador mejor pagado de la NFL. Sin embargo, una lesión en la rodilla izquierda lo marginó de la regularidad.
Para la actual temporada, Garoppolo se abrió paso con brillo propio en 16 juegos, logró un porcentaje de 69.1 en pases completados, acumuló tres mil 978 yardas, completando así 27 touchdowns, que lo llevaron al SB ante los Chiefs, cargando un cartel antes desconocido para él.
[nota_relacionada id=837651]“La última vez estaba allá afuera (señala la explanada), estaba en una jungla, pero me siento bien aquí, ahora tengo más espacio”, dijo Jimmy G, al ocupar uno de los estrados principales de cara al juego en Miami, en donde alcanzaron la gloria Montana y Young con los 49ers.
POR J. ALEXIS HERNÁNDEZ
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