El QB de Oregon, Justin Herbert, sólo tenía un TD por la vía terrestre en la temporada. Sin embargo, ayer durante la edición 106 del tradicional Rose Bowl se despachó con tres, en la victoria de su equipo 28-27, ante los Wisconsin Badgers, en Pasadena, California, EU.
En un duelo de defensivas, en el que los Ducks sacaron el mayor provecho al lograr cuatro entregas de balón, Herbert apareció con su jersey con el número 10 para ser el hombre que destrabó el duelo y que lo inclinó para llevarse el juego con 14 pases de 20 intentos, para 138 yardas y un pase de intercepción.
Herbert tuvo solo 10 touchdowns por tierra en los primeros 41 inicios de su carrera, pero se convirtió en una máquina de gran juego en el terreno. Después de anotar en carreras de 4 y 5 yardas en la primera mitad, corrió para su tercera anotación de 30 yardas en lo que seguramente será el momento más importante de su carrera.
Herbert finalmente volvió a lo que normalmente hace mejor: hizo un lanzamiento clave de 12 yardas a Mycah Pittman para un primer intento con 1:51 por jugar, y su pase de 28 yardas a Juwan Johnson con apenas 1:03 en el reloj, para que los Ducks lograran su primer título de conferencia desde 2014.
Y la victoria en el Rose Bowl confirmó que Oregon se ha restablecido como el mejor programa de la Pac-12, al terminar la década en la misma posición que tenía al comenzarla.
En tanto, Wisconsin (10-4) jugó el Rose Bowl por quinta vez en 10 años, pero volvió a caer ante este mismo rival como le sucedió en 2012, sólo que en aquella ocasión fue por 45 a 38.
En contra parte, el RB Jonathan Taylor corrió para 94 yardas y Quintez Cephus atrapó siete pases para 59 yardas y un TD, pero la ofensiva del mariscal de campo de Wisconsin, Jack Coan (23-35 pases completos, para 186 yardas, 1 TD y 1 pase de intercepción), no pudo capitalizar sus enormes ventajas en tiempo de posesión (38:03-21:57) y yardas totales (322-204), respectivamente, y terminaron sucumbiendo ante un equipo de Oregon que no perdonó.
Por: Redacción El Heraldo de México
abr