"El desorden, el no jugar en equipo, nos hace mucho daño". La voz de Miguel González Míchel, técnico de Pumas, busca llegar al fondo de los problemas que enfrenta su equipo. Y remarca, también, la idea que persigue desde que está en el banquillo: jugadores que protagonicen y ganen guerras en conjunto, más que individuales.
"Quiero un equipo estable, que sea capaz de dominar los encuentros. Cuando ocurre algo negativo, eso nos invita más al desorden que a jugar en equipo. Hay estadísticas y datos muy concretos. Recibir goles nos desordena y tenemos que irlo cambiando", señala.
Bajo su mando, los universitarios ocupan la séptima posición de la Liga con nueve puntos, producto de tres victorias y tres derrotas, además de mantener una de las mejores defensivas, con sólo cuatro goles en contra.
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"No me veo maravilloso. Tengo 56 años. Me miro al espejo y puedo decir: no estamos mal. Hay que valorar los últimos meses. Intento ser optimista y positivo, aun sabiendo que tenemos cosas por mejorar. A varios equipos de la Liga les gustaría estar en nuestro lugar. Tenemos que jugar más en equipo, sí, pero me niego a pensar que estemos en una situación negativa", agrega.
El próximo rival del cuadro de la UNAM es el Monterrey, equipo al que tendrán que visitar el jueves en el Gigante de Acero. Para Míchel, entretanto, los detalles pueden ser corregibles para llevarse la victoria.
"No es engañoso estar allá arriba. Tampoco es engañoso que tenemos un desorden y nos lleva a las derrotas. Tenemos que corregir. El calendario es duro para todos. No tenemos nueve puntos, sólo porque estamos guapos", concluye.
Por Alberto Aceves
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