CANDELARIA, Campeche. En la parte plana del campamento de desplazados de Laguna Larga, que se localiza en la brecha fronteriza entre México y Guatemala, los dos equipos de Real Frontera entrenan todas las tardes para poder anotarse en la liguilla.
Al llegar la tarde, Servelio González corre la voz y los niños comienzan a llegar al campo. Hace dos meses decidió formar la división infantil del equipo de futbol Real Frontera, que fue creado hace 15 años en la selva guatemalteca.
Niños y jóvenes entrenan descalzos en un campo de 25 por 38 metros, para no tropezar con las sandalias o lastimarse con las botas de hule, no tienen zapatos de futbol. Sus conocidos les prestan tenis para los partidos fuera del campamento.
“Eso no merma sus capacidades”, asegura el entrenador.
El 2 de junio de 2017, el Gobierno de Guatemala los obligó a migrar. Los primeros meses después del desalojo, todos se dedicaron a edificar pequeñas chozas. Hace unas semanas, el Ayuntamiento de Candelaria les donó uniformes para el equipo infantil, y para la liguilla que será del lado mexicano, en “El Desengaño. El último juego lo ganaron 7-0 y van con seis partidos invictos. Están con la meta de reunir 500 pesos para comprar un balón.
POR JENY PASCACIO