Hubo tiempos en que los cuartos de final de un Mundial eran posibles para la Selección Mexicana, pero todo cambió a partir de Estados Unidos 1994. Porque llegar al quinto partido se hizo casi imposible para los jugadores tricolores. Veinticinco años se cumplen hoy del origen de esa barrera que se ha vuelto impenetrable.
El 5 de julio de 1994, la primera derrota fue ante Bulgaria. Aquel partido tuvo que definirse desde el manchón de penalti, tras el empate a uno en el tiempo regular. Fallaron Alberto García Aspe, Marcelino Bernal y Jorge Rodríguez. Y sólo Claudio Suárez, entonces líder de la defensa, pudo vencer a Borislav Mijailov.
“Durante ese tiempo, nunca supe a qué jugábamos. Hoy, los jugadores mexicanos están preparados, con nuevas tecnologías, pero nos falta un proceso largo. Pensar en algo a futuro, a nivel deportivo, y que los directivos tengan paciencia”, señaló El Emperador, el jugador que más ocasiones (177) ha vestido la camiseta nacional y el tercero con más participaciones internacionales en el mundo.
“El quinto partido es casi un mito”, admitió Benjamín Galindo, otro de los que participaron en EU 1994.
Veinticinco años después, la Selección Mexicana sigue siendo perseguida por un fantasma al que no se ha podido dejar atrás.
Por: ALBERTO ACEVES