Del inicio al final de julio, Chivas sumó cinco derrotas consecutivas. Cuatro en partidos amistosos, contra Boca Juniors (0-2), la Fiorentina (2-1), el Benfica (3-0) y el Atlético de Madrid (5-4, en penales), y una más en el inicio de la Liga MX, en casa de Santos Laguna (3-0). El panorama, bajo el mando de Tomás Boy, se llenó pronto de dudas para jugadores, cuerpo técnico y aficionados rojiblancos. En la previa del encuentro ante Tigres, las versiones sobre posibles cambios en el banquillo rondan el entorno del Rebaño.
No sólo por lo que ha sido este mes, sino también porque, en partidos del torneo mexicano, los tapatíos suman apenas un triunfo en 11 oportunidades. Su último triunfo se remonta a la fecha 15 del Clausura 2019, en aquel 2-1 que terminó con la racha histórica del León. Pero, antes y después, Chivas no pudo salir de sus dos empates y nueve derrotas.
La visita de Tigres al Estadio Akron llega en ese contexto, con un valor aliciente: la posibilidad de que el francés André-Pierre Gignac se haga presente en el marcador y supere la máxima marca de goles en la historia de los felinos, que hoy comparte con Tomás Boy (ambos tienen 104), estratega de los rojiblancos.
A toda marcha, el equipo de la UANL empezó esta campaña con un 4-2 sobre Monarcas Morelia, en el Estadio Universitario. Con Gignac de su lado, y en medio de un fuego cruzado entre jugadores y aficionados del Rebaño, los dirigidos por Ricardo Ferretti buscan otra noche dulce para defender su campeonato. Para Tomás Boy, en tanto, todo parece jugarle en contra.
Por Alberto Aceves