Para el olvido fue 2018 en la vida de Jorge Orozco, hasta que las puertas del olimpismo se abrieron ante él.
Jorge Orozco inicia un radiante camino hacia el Olimpo. El tirador jalisciense le dio a México la primera plaza a Tokio 2020 y, como abanderado, dirigirá al contingente nacional en la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019, logros que hace un año no aparecían ni en su imaginación; hace un año, el trayecto era más sombrío. “2018 fue un mal año para mí.
Los resultados no fueron los mejores, en ese momento tenía muchos problemas personales, problemas de comunicación con mi entorno más cercano; me costó mucho avanzar la parte psicológica, y lo más triste fue que en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (Barranquilla 2018) sólo gané un bronce por equipos”, confesó el competidor, que incluso pensó en retirarse.
Aún sin desearlo, Jorge Martín recibió el apoyo que fortaleció su mentalidad. Sus emociones alcanzaron rápidamente su nivel deportivo, y con el equilibrio en todos los pilares de su vida, estaba listo para reencontrarse con el fusil y los platos; así regresó a las competencias a hacer historia con una cuota olímpica y una plata en la Copa de las Américas.
POR KATYA LÓPEZ