Mikey García destella en solitario. El púgil mexicoamericano dejó atrás a manejadores y promotores para tomar sus propias decisiones, elegir sus peleas y negociar sus bolsas de premiación; así, con sus propios medios, es hoy Campeón Mundial Ligero del CMB.
“Afortunadamente estoy en una posición donde puedo hacer una carrera por mis propios medios y negociar por mi propia cuenta; las puertas se abren, las relaciones se crean y en realidad para mí no es muy difícil negociar. Trabajando directamente es un poco más fácil para mí: nadie me miente, nadie me esconde nada yo estoy enfrente de todo y tomo las decisiones que sé que son más convenientes, en salud, en nivel o en bolsa, todo lo decido yo”, comentó García, quien visitó la CDMX para recibir el cinto esmeralda y oro, tras vencer a Rober Easter Jr. en el pleito por el cetro mundial CMB ligero, disputado en julio.
García, de 30 años de edad, rompió relación con el promotor Bob Arum para iniciar el camino por sí mismo. “Esto la verdad no se puede hacer desde el principio de tu carrera; al inicio no tienes esa ventaja y hay que crear un nombre para llamar la atención, y eso sólo se logra al lado de un promotor (…); Bob Arum y yo salimos un poco mal cuando salí de la empresa”, confesó Miguel Ángel.
Hoy, Arum maneja la carrera del ucraniano Vasyl Lomachenko, el retador natural para García, por la defensa de su nuevo cetro. “No hemos hablado de negocios, ellos no hablan de pelear conmigo y tienen otros planes. Lomachenko es un guerrero; no hay manera en la que no se pueda realizar esta pelea, es sólo si ellos no quieren negociar”, confesó.
Los García están acostumbrados a navegar en solitario y triunfar. Hace 20 años, su padre Eduardo levantó el cinto IBF de su otro hijo Roberto, quien venció a Harold Warren. “¡Esa vez le ganamos a un boxeador de Don King!”, explicó el entrenador de Mikey.
Por KATYA LÓPEZ