Cruz Azul está en crisis. Lo dicen sus números, la falta de goles, el penalti fallado por Francisco Silva y sus ocho partidos sin ganar, contando cinco en el Estadio Azul. La Máquina perdió el rumbo y la memoria, aquella personalidad con la que regresó a una liguilla después de tres años de ausencia.
Su rival fue el Querétaro, un equipo, de nivel inferior, que logró sacarle el triunfo de su cancha, para dejarlo lejos de los primeros ocho lugares.
Desde la llegada del portugués Pedro Caixinha, el común denominador del conjunto celeste tiene que ver con la falta de goles. En casa, al menos, registra uno en cinco juegos disputados. Y consecuencia de ello, los errores empiezan a encadenarse: porque así como El Gato Silva desperdició un penalti en el complemento, el ecuatoriano Ángel Mena tuvo al menos tres ocasiones para vencer a Tiago Volpi y, sin embargo, falló.
Bajo estas circunstancias, las aspiraciones de Gallos se hicieron fuertes. Sobre todo, para llevarse los tres puntos, luego de más de 70 minutos de resistir el dominio de los locales.
Al contragolpe y con pelotazos al área, los queretanos sacaron provecho de algunas jugadas, aunque sufrieron pronto la baja del chileno Edson Puch por lesión. Y a partir de ahí, su tarea fue defenderse, detener los arribos de Ángel Mena y los ataques a velocidad de Édgar Méndez.
Mena, en ese sentido, fue de lo mejor de La Máquina, el único en marcar diferencia en el uno a uno, a pesar de su falta de suerte en la definición. Cuando parecía cerrado el empate, la sorpresa vino del lado visitante: un pase de Everaldo Stum dejó solo en el área a Camilo Sanvezzo, quien, tras un pequeño desvío, venció el movimiento de José de Jesús Corona (81'). El silencio fue sepulcral.
Entre abucheos, silbidos y varios objetos lanzados al campo, los últimos minutos fueron un suplicio para los locales. Mena, Méndez y Mora, los tres atacantes de Cruz Azul, buscaron el empate de cualquier forma, sin orden y con puro amor propio. No obstante, todo quedó en eso.
Mientras La Máquina se aleja cada vez más de la liguilla, en el último torneo como local en el Estadio Azul, el proyecto de Pedro Caixinha empieza su cuenta regresiva, con un grito que toma fuerza: "¡Fuera Caixinha, Fuera Caixinha!".
Alarmante
1 gol de Cruz Azul en cinco partidos como local en este torneo
Apunte
Integrantes de los grupos de animación de Cruz Azul y Querétaro se enfrentaron en las inmediaciones del Estadio Azul, intercambiando piedras y proyectiles de uno y otro lado. Los elementos de Seguridad Pública intervinieron para contener a los rijosos, aunque hasta después de varios minutos.
Por Alberto Aceves