El negocio del Super Bowl

Los hábitos de consumo en las audiencias se han modificado mucho con la aparición de aplicaciones en streaming y con contenidos bajo demanda, lo que representa un reto para trasmisiones televisivas de las grandes cadenas.
Un problema que ha enfrentado la NFL durante la temporada 2017-18 es el reclamo que mostraron los jugadores durante la campaña regular con protestas durante la ceremonia protocolaria del himno de Estados Unidos.
Los ingresos por publicidad en los partidos de la NFL bajaron 1.2%, con un ingreso de dos mil 420 millones de dólares durante la temporada regular, según datos del índice Standard Media.
La audiencia en la transmisión de los partidos tuvo un declive en la tem- porada regular de 10 por ciento. Pese a ello, el Super Bowl se mantiene como un evento de alto consumo televisivo, con una audiencia cautiva superior a los 130 millones de espectadores en TV.
El año pasado, cuando los Patriots lograron su quinto triunfo en un Su- per Bowl, con la mayor remontada en la historia del juego por el título, al descontar 25 puntos ante los Falcons e imponerse 34-28 en tiempo extra, un hecho sin precedentes, cerca de 110 millones de telespectadores estuvieron atentos al partido.
Esa cifra representa un atractivo para los anunciantes, que tienen casi agotados los espacios de 30 segundos designados por la cadena NBC para la edición LII, a disputarse el domingo.
Según una nota publicada por Los Angeles Times, NBC tiene un ingreso estimado en 500 millones de dólares por su programación del domingo.
Si bien los ejecutivos de la cadena esperan que la audiencia sea 5 por ciento menor a la del año pasado, 105 millones de telespectadores parecen ser una buena cifra, considerando que los grandes eventos han ido a la baja, como la ceremonia del Oscar, que en 2017 promedió 32.9 millones de telespectadores, de los más bajos en la historia.
 
Por Luis Alonso
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