La Liga MX del fútbol mexicano determinó la desvinculación del club Jaguares de Chiapas, último del pasado Clausura 2017 y descendido, debido a la suma de deudas tanto con jugadores como con personal de distintas áreas.
El presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, señaló que desde el 12 de junio se tomó la decisión y recordó que durante el régimen de transferencias de hace dos semanas se había dado su inhabilitación.
"El caso se llevó al comité ejecutivo de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), donde están representadas todas las divisiones y sectores del fútbol mexicano, y se tomó la decisión de desvincular a Jaguares", explicó Bonilla.El federativo se reservó el monto de las deudas (aunque medios mexicanos manejan la cifra aproximada de 10 millones de dólares) y señaló que ante este hecho la Liga de Ascenso, donde debía jugar el equipo, hará el Apertura 2017 con 16 clubes y la franquicia de Jaguares quedará en manos de la FMF a la espera de ser comprada. Añadió que algunos jugadores "han sido contratados y otros están con la posibilidad de serlo" y recordó que para cubrir las deudas utilizarán las fianzas y depósitos del club Puebla, también propiedad de la familia López Chargoy, que administraba a Jaguares. "Las fianzas están vigentes y se está llevando a cabo el proceso de liquidación de deudas", explicó Bonilla. Sobre el futuro de las personas que trabajaban en el Jaguares de Chiapas, el directivo explicó que se cubrirán todas las obligaciones financieras. "Buscamos que nadie se quede sin cobrar. Existe el compromiso formal de que en los próximos días será cubierto lo que se debe a estas personas", finalizó. En reiteradas ocasiones durante los recientes torneos, jugadores del equipo manifestaron públicamente la falta de pagos y las constantes acciones que el club aseguraba ejecutar para cubrir los sueldos del plantel, que en muchos casos no eran efectivas o se hacían con cheques sin fondos. EFE