La guardameta Sarah Bouhaddi se convirtió en la nueva heroína del Olympique de Lyon al marcar el lanzamiento que cerró la tanda de penaltis y que coronó al campeón de la Liga y de la Copa de Francia como ganador de la Liga de Campeones femenina por segundo año consecutivo.
Como ya ocurrió hace unos días en el torneo copero, el Olympique de Lyon y el París Saint-Germain se citaron en la tanda de penaltis al no conseguir desequilibrar el envite. El vencedor de ambos duelos fue el mismo, el poderoso Lyon, apoyado en la figura de su portera para firmar su segundo triplete en los dos últimos años.
Tras el error de la meta polaca del París Saint-Germain Katarzyna Kiedrzynek, con 6-6, Bouhaddi asumió la responsabilidad.
Aseguró su disparo y, con él, la consecución del cetro continental. Con ese título, el Olympique de Lyon pasa a sumar tantos títulos como el Frankfurt (cuatro) mientras la escuadra parisina asume un severo revés. Al dolor por la derrota en la final de la Liga de Campeones agrega más lágrimas. No podrá disputar la próxima edición del torneo al haber sido tercero en la División 1.
Con la necesidad de vencer compitió en el Cardiff City Stadium, ante 22.433 espectadores, el conjunto parisino. Capitaneado por la costarricense Shirley Cruz, se presentó dispuesto a salvar su temporada y a evitar un triplete de su máximo oponente.
Las pupilas de Patrice Lair compitieron con la convicción de poder corregir su irregular andadura en la División 1 francesa, pero sus mejores momentos de juego no estuvieron acompañados de acierto.
Ni Marie-Laure Delie ni Shirley Cruz supieron castigar al gigante del fútbol europeo en dos oportunidades inmejorables en el primer parcial.
Con la española Irene Paredes como titular, el PSG sí consiguió apagar el talento del once presentado por el Olympique de Lyon, en el que figuró la estadounidense Alex Morgan tras una recuperación exprés. Apenas 23 minutos resistió la norteamericana. Recayó de su dolencia en la pierna izquierda y cedió su lugar a Élodie Thomis.
Con intermitencia estaban apareciendo Eugénie Le Sommer y Ada Hegerberg, así que Amel Majri decidió multiplicar sus apariciones desde el flanco izquierdo para agitar el ataque del Lyon.
La férrea vigilancia de Grace Geyoro, Irene Paredes y Sabrine Delannoy lideró la resistencia parisina, amenazante asimismo de la mano de la brasileña Cristiane.
Tras la pausa, no obstante, el Olympique de Lyon buscó con más insistencia un gol. A balón parado se reprodujeron las acciones ofensivas del campeón de la Liga y de la Copa en Francia, negado por la guardameta polaca Katarzyna Kiedrzynek.
Ante la mejoría del Olympique de Lyon buscó alternativas Patrice Lair. Le concedió la oportunidad de disputar su tercera final a la española Vero Boquete, campeona en 2015 con el Frankfurt. La santiaguesa, de 30 años, entró en el lugar de Diallo.
Su cometido era multiplicar el protagonismo de su equipo en el centro del campo. En esa zona volvió a aparecer con acierto Shirley Cruz. La capitana del Paris Saint-Germain se inventó su servicio para Marie-Laure Delie pero, incomprensiblemente, la delantera francesa erró el disparo.
También la alemana Marozsan, en el bando rival, desaprovechó sus ocasiones e, irremediablemente, la final se encaminó hacia la prórroga. Ya sin fuerzas, tras treinta minutos de añadido, las veintidós jugadoras asumieron la tanda de penaltis como desenlace.
El París Saint-Germain fue siempre en ventaja hasta el 6-6. Katarzyna Kiedrzynek, la guardameta, confió en su golpeo. Falló y cedió la gloria a la portera rival.
Sarah Bouhaddi, convertida en heroína, condujo al Olympique de Lyon hacia su segundo triplete consecutivo.
En pesadilla terminó el sueño de París.
EFE
Viernes 13 de Diciembre de 2024