Isaac Hernández salió al escenario del Auditorio Nacional para agradecer al público que haya adquirido un boleto, por su apoyo a Despertares, y, sobre todo, por creer que las artes son una herramienta de transformación social. El gesto es más que anecdótico pues ofrece, en todo su esplendor, su visión del arte como potencializador del desarrollo humano.
A punto de engrosar las filas del San Francisco Ballet, en donde también se encuentra Esteban Hernández, su hermano, el intérprete celebró 10 años de esta producción, con un elenco que difícilmente se puede apreciar en la escena nacional.
Las galas son vitrinas para el virtuosismo, para sorprenderse con las capacidades físicas de los intérpretes. En consecuencia, cada pirueta, cada movimiento fueron ovacionados por el público.
Algunas de las piezas ya se habían podido ver en otras ediciones como Don Quijote, un pas de deux que marcó historia en la trayectoria de Isaac, ahora, más que antes, se pudo apreciar no sólo una técnica pulida, también un dominio de la escena y una capacidad para resolver con maestría un trastabilleo de su compañera Mayara Magri; o Hurry Up, We are Dreaming!, de Justin Peck, interpretada por Esteban; en el bailarín principal del San Francisco Ballet hay también una evolución interpretativa, si en 2019, cuando se estrenó en México, se mostró como un ejecutante brillante, tres años después se miran las tablas en cada paso.
Hubo, además, revelaciones en esta función como la belleza de Misa Kuranaga y de Brooklyn Mack, del San Francisco Ballet, sus extensiones y piruetas fueron como fuegos pirotécnicos en el escenario; así como la potente voz de Geo Meneses, con su interpretación de "Veinte años", acompañada del bailarín y coreógrafo Chey Jurado, cuyo cuerpo lo llevó al límite de la elasticidad.
En suma, Despertares 2022 fue la confirmación de que Isaac Hernández, se encuentra en el mejor de sus momentos como bailarín y como productor artístico.
CAR