Con una serie de notas periodísticas que hablan sobre personas que llevan a cabo acciones poco habituales para los humanos es la forma en la que Bernardo Esquinca comienza con la Saga Casasola, una serie de novelas de terror mexicana más características que se han originado en el mercado.
Esta información donde se muestra a personas resucitando de la muerte, caminando sobre el agua o comiendo excrementos es solamente el preámbulo para contar los acontecimientos que marcarán la vida de un reportero situado en la Ciudad de México.
Casasola fue removido de la fuente de cultura para comenzar a realizar las labores de reportero de nota roja en un diario que reporta las muertes que ocurren a diario en la capital.
Enamorado de su exesposa e inexperto en este tipo de trabajo, el protagonista se hace amigo de Verduzco, un periodista con basta experiencia en la cobertura de las notas policiacas para otro diario que cuenta con herramientas que escandalizan en un inicio al personaje.
Las cosas se comienzan a complicar cuando comienza a observar cambios repentinos en el comportamiento de su exmujer y la aparición de diversos homicidios que tienen un mismo modus operandi que consiste en degollar a las víctimas.
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¿Por qué es valioso esta saga?
El ritmo y elección de las palabras que realiza Bernardo Esquinca, su autor, logra que el espectador se enfrente a una lectura sencilla, ágil y llena de detalles. Detrás de esta historia hay una amplia investigación por parte del escritor para hablar de lo que hay detrás de la cobertura de la nota roja en el país.
Si bien hay pequeñas imprecisiones con respecto a la cobertura, son más los aciertos que logra para dar a conocer el día a día de las personas que laboran en el arte de reportar la violencia en el país.
Hay diversos homenajes para el gremio en el libro, pero el más grande es la aparición de El Griego, un personaje que a más de uno recordará al fotógrafo Enrique Metinides, uno de los mayores exponentes del periodismo gráfico en el país.
Además de esto, la narrativa lleva al espectador a un ambiente que resulta familiar y auténtico, ya que no se cuelga de otros contextos o ambientes ajenos a la realidad que hay en México.
Los personajes resultan entrañables y con sus propias historias que se van construyendo, aunque sea en menor medida, a lado de la de Casasola, quien parece no tener descanso.
Por si fuera poco, hay un compromiso por mostrar fenómenos que se dan en México como la indigencia, el morbo que causa la violencia, la normalización de los asesinatos, la prostitución, la corrupción, entre muchos otros.
La cereza del pastel es el misterio que se genera en cada uno de los libros, ya que en cada uno de ellos se enfrenta al protagonista a situaciones que tienen que ver con un pasado remoto que, en muchas ocasiones, es una respuesta a las acciones que tuvo la sociedad hace siglos, pero que sigue repitiendo en la actualidad.
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¿Cuál es el orden de los libros?
La Octava Plaga
Es el primero de los libros, pero no el primero en la mitología de esta historia. Narra las primeras aventuras de Casasola como reportero en la nota roja y además su batalla para combatir una conspiración que lleva gestándose en contra de la humanidad durante cientos de años.
La investigación y los homenajes que realiza al gremio periodístico en esta obra resultan en un ejemplar lleno de detalles que los inmersos en este mundo disfrutarán al por mayor.
Toda la sangre
La segunda de las entregas se despega de la primera novela para situar al personaje principal en las ruinas que se encuentran debajo del Museo del Templo Mayor. Casasola deberá enfrentarse en esta ocasión a un asesino que está dispuesto a arrebatarle lo que más quiere con tal de resucitar un mal mayor.
Para este libro se permitió entrar al escritor a una parte inaccesible de este recinto histórico, por lo que su descripción es útil para conocer elementos desconocidos por la mayor parte de la sociedad sobre este inmueble.
Carne de ataúd
Inspirado por el caso de "El Chalequero", el primer asesino en serie de México, Esquinca presenta a Eugenio Casasola, un ancestro del protagonista de La Octava Plaga que vive en el porfiriato y trabaja para el diario El Imparcial.
Al igual que su descendiente, deberá enfrentarse a un mal mayor mientras lleva a cabo las primeras notas de la violencia que se registraron en el país.
Inframundo
La última parte, hasta el momento, de esta saga, regresa al primer personaje, quien ha cambiado de labor, pero no se encuentra libre de peligro, ya que debe seguirle la pista a un libro maldito que ocasiona que las personas que tengan contacto con él cometan asesinatos.
Durante esta aventura se conjuntan elementos de los ejemplares pasados, aparecen personajes que se creía olvidado y además se explica el por qué es que este reportero debe enfrentarse a distintos males.
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