CÚPULA

De piel y polvo

Una deportista de alto rendimiento no está dispuesta a abandonar su esencia para obtener un patrocinio que la llevaría a dar un salto importante en su carrera y a destacar internacionalmente

CULTURA

·
Relatos: De piel y polvoCréditos: Especial

La vi llegar pintando el piso con un vestido rosa mexicano, sus desgastadas sandalias y una mirada capaz de recorrer grandes distancias. Me impresionó desde el primer momento y creo que lo leyó en mis ojos. Su hermano Mario la acompañaba y le traducía todo lo que nosotros decíamos. Yo trabajaba en ese momento para una marca deportiva que todo el mundo conocía; pero más allá de las piedras, en la tierra que recorre el tren de las barrancas, esa marca no significaba ni representaba nada.

 —Mira, María Lorena, estamos impactados por todo lo que has conseguido y queremos ser tus patrocinadores. Vamos a regalarte los mejores shorts y playeras, pero, sobre todo, calzado deportivo de alto rendimiento para que puedas correr, como lo que eres, una verdadera profesional. Es más, podemos hacer un modelo de tenis inspirado en ti, le dijo mi jefe, rebasado por la emoción.

 Mario lo escuchaba con serenidad, como si se le resbalara cada frase; nada parecía robarle ese semblante imperturbable. Cuando terminaron de presentarle el proyecto de patrocinios, Mario le contó todo a su hermana y por la sala de juntas de la agencia cruzaron palabras que sonaban muy bonito, pero que nosotros no entendíamos. Después Mario se dirigió a mi jefe y le dijo:

 —A mi hermana le gusta correr con vestido y sandalias, no se sentiría cómoda con otra cosa, iría en contra de ella misma.

 —Pero tiene que ir a Tenerife con el mejor equipo, para poder ser competitiva, insistió el director de mercadotecnia.

 —Créanme, lo único que necesita para ser competitiva son sus pies ligeros, reviró Mario.

—Pero es que con esas sandalias puede sufrir algún accidente, se puede fracturar el tobillo, una rodilla, insistió mi jefe.

 —Ha ganado maratones con esas sandalias, ha perseguido rebaños de chivas por las barrancas y pastoreado ovejas entre los riscos de las montañas. Lo que nosotros necesitamos es que nos ayuden con los gastos de la carrera.

 Mi jefe se quedó callado y salió molesto de la sala de reuniones. No podía creer que alguien rechazara a la marca que había vestido por décadas a los mejores deportistas del mundo. Yo no solamente entendía a esa mujer de mirada profunda, ahora la admiraba muchos kilómetros más. Me prometí que iría a verla correr a la próxima carrera de
ultrafondo. 

Rarámuri significa corredores a pie y María Lorena Ramírez llevaba en esas sencillas sandalias la esencia y el orgullo de todo un pueblo. Si seguían viviendo entre barrancas de cobre, lejos de lo que algunos llaman civilización, aunque parezca muchas veces barbarie, ¿por qué iban a cambiar las sandalias por unos tenis que les eran totalmente ajenos?

 Al final, el trato no se cerró ni hubo patrocinio, pero la atleta tarahumara recibió por otro lado el apoyo necesario para volar a España y representar a México. En tierras lejanas corrió siguiendo al viento y ganó tercer lugar en el ultramaratón Tenerife Bluetrail portando un vestido rarámuri de colores vivos y sus sandalias de piel y polvo.

PAL