CÚPULA

Después del meteorito: Rocío Cerón

La poesía ocupó un importante papel durante la pandemia; aqui la muestra

CULTURA

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Durante la pandemia, de manera muy clara desde el año pasado, la poesía ha venido a ocupar un papel preponderante. Es desde las múltiples anunciaciones de los poemas que hemos leído donde se aprecia cómo, sociedades y personas, han cambiado las formas de comunicación, de relacionarse el uno con el otro. El lenguaje nos enuncia, y nos anuncia, las posibilidades de quiénes seremos.

Cada mañana, al tomar un café, abro algún libro de poesía, y en ese acto de azar, convoco las realidades de lo que nos abre un poema que es también las formas en que alguien más lee y comprende el mundo. Una mañana, hace ya muchos años, me pregunté por aquellos poetas que no necesariamente ejercen el poema en el libro sino en otros continentes. Encontré un universo de libertad y de otras maneras de entender y crear poesía. Poetas que han entendido y resemantizado el fenómeno de lo poético para hacerlo entidad visual, sonora, performática, digital, transdisciplinar.

El poema no es sólo su puesta en texto, es también su puesta en espacio, tiempo y territorio. En México hay una nueva generación de creadores que renuevan con su visión algo que estaba ya dinamitado, un espacio que, abatido y caduco por sólo mirarse a sí mismo, había sido desestabilizado por la caída de un meteorito llamado imaginación poética, imaginación indisciplinada, imaginación que no sólo respondía a DESPUÉS METEORITO los alegatos puristas y que se enlazaba con los cuestionamientos lo mismo del arte contemporáneo que los de la astrofísica, la neurociencia, la realidad virtual, la historiografía léxica o los manifiestos transhumanistas y las nuevas biopoéticas interespecies.

Diana Garza Islas (Monterrey) y sus dibujos y planteamientos conceptuales; Martín Rangel (Hidalgo) con sus proyectos de net.art; Carlos Ramírez Kobra (ciudad Nezahualcóyotl) y sus videopoemas de corte experimental; Alejandra Olson (Ciudad de México) con sus libros de artista y piezas digitales; Michelle Pérez Lobo (Ciudad de México) con sus piezas de poesía visual; Mariela Castañeda (Puebla) con sus series fotográficas e intervenciones digitales, son un claro ejemplo de otras geografías en las que la poesía se vincula con las realidades circundantes, en escrituras expandidas y creando universos polisémicos y de múltiples capas significantes.

La poesía, esa entidad de mil cabezas, multiforme y esencial, ha sido la gran protagonista pandémica, sus actores, de maneras subterráneas, con estas poéticas desestabilizadas, nos proponen nuevas rutas para ver el horizonte, uno que se mira fugaz, combustible e incierto. En esa provisionalidad de paradigmas y certezas, la poesía de estos poetas tiene como núcleo ardiente el trazo espectral de quien ya ha visto caer sobre sí una lluvia de estrellas, y lenguajes.

OBRA. Michelle Pétrez Lobo. Un poco razonable, intervención en el libro Bartleby, el escribiente, hilo y aguja sobre papel, 2018. Cortesía de la autora.

DIANA GARZA ISLAS. SANTIAGO, NUEVO LEÓN, (1985).

En 2010, recibió una beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes Zacatecas. Fue becaria del programa Jóvenes Creadores del Fonca 2011-2012, y del Centro de Escritores de Nuevo León. Su obra ha sido publicada en antologías de México, España, Argentina, Chile y Estados Unidos.

MARTÍN RANGEL. PACHUCA, HIDALGO, (1994).

Es autor de los poemarios ROJO, (alb@tros, 2013), El rugido leve. Las canciones de Ryan Karazija, (Cecultah/Conaculta, 2015) y poemas.pdf, (koala house, 2015). Obtuvo el premio del XXVI Concurso Nacional de Creación Literaria del ITESM y la Cátedra Alfonso Reyes 2012 y el Premio Estatal de Poesía Efrén Rebolledo 2014. Su obra aparece en diversas publicaciones de México y España. Traduce semanalmente a poetas jóvenes de habla inglesa para el sitio web “Ciudad Jardín”.

CARLOS RAMÍREZ KOBRA. CIUDAD NEZAHUALCÓYOTL, (1984).

Integrante fundador de la Plataforma de Artistas Chilango Andaluces (PLACA); escritor con más de 15 años de acción poética, promoción y gestión cultural y profesional de la comunicación. Su libro Own Dream Code está publicado en la editorial Ultramarina.

ALEJANDRA OLSON. CIUDAD DE MÉXICO.

Poeta, narradora, diseñadora. Publicó en la antología Cuentos para picar de Letras Tintas. Ha escrito desde 2018 en la antología La Lotería de Seattle. Su poemario Blackout, fue publicado bajo el sello Periferia de Escribidores Forasteros, grupo de escritores del cual es integrante.

JUEGO. Michelle Pérez Lobo. Crash, intervención en el libro Poesías de Ulises Carrión, aguja sobre papel, 2018. Cortesía de la autora.

MICHELLE PÉREZ LOBO. CIUDAD DE MÉXICO, (1990).

Estudió Literatura Iberoamericana en la Universidad del Claustro de Sor Juana y la Maestría en Lexicografía Hispánica en la Escuela de Lexicografía Hispánica de la Real Academia Española (RAE). Autora de una plaquette de poesía y de una exposición gráfica, ha publicado poemas, ensayos, cuentos y traducciones en revistas y suplementos culturales. Su creación visual abarca videopoemas e intervenciones de textos.

MARIELA CASTAÑEDA. PUEBLA, (1992).

Ha publicado en diversas publicaciones como el Periódico de poesía de la UNAM. Participó en “Enclave 2021. Poéticas Bifrontes/Transatlánticas. Festival de Poesía Transdisciplinar” (Decimoprimera edición digital y expandida), organizado por el Centro Cultural de España en México.

IZQUIERDA. Martín Rangel. Foto: Liz Bravo. ABAJO. Carlos Ramirez, Kobra. Foto: Luis Cortés. (RompevientoTV). Ambas cortesía de Rocío Cerón.

Por Rocío Cerón

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