Pierre-Auguste Renoir nació en Francia el 25 de febrero de 1841 y falleció el 3 de diciembre de 1919, es reconocido como un pintor impresionista, y durante años ha existido un leyenda que afirma que se amarraba el pincel a su mano para poder seguir pintando por la artritis que padecía.
El artista estuvo centrado, a diferencia de la mayoría de sus colegas paisajistas, en la figura femenina. En concreto, en la figura humana femenina desnuda. El palco, El columpio, Baile en el Moulin de la Galette, Almuerzo de remeros y Las grandes bañistas son sus obras más representativas.
En sus creaciones Renoir muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores, siempre se ve que se divierten, en una naturaleza agradable. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino, que recuerda a Rubens por las formas gruesas.
¿Es cierto que Auguste Renoir se amarraba el pincel?
De acuerdo con un artículo de la Sociedad Valenciana de Reumatología, el pintor impresionista, sufrió los últimos 25 años de su vida una artritis reumatoide severa. Aunque afirman que no hay certeza de la edad de inicio.
Las primera referencias apuntan a que Renoir sufrió los primeros síntomas a los 44 años, coincidiendo con el nacimiento de su primer hijo, Pierre Renoir en 1885. Mientras que algunos autores creen que comenzó unos años más tarde. A los 49 años, cuando ya estaba casado con su mujer, Aline Charigot.
Explican que en 1901, cuando tenía 60 años, todavía podía utilizar las manos. Pero la artritis comenzó a ser más agresiva y dos años más tarde se observan severos cambios. A los 71 años, las manos eran escasamente funcionales, pero a pesar de ello y según su nieto, produjo más de 400 pinturas.
Se sabe que los últimos años de su vida los pasó sentado en un sillón, lo que lo obligó a cambiar su técnica de pintura, pues sólo podía mover el brazo para pinceladas cortas y enérgicas.
En el artículo se afirma que, aunque se ha dicho y se ha escrito que le ataban los pinceles a las manos, "esto es absolutamente falso". Y agregan que lo que hacía era colocarse gasas para evitar problemas en las palmas de las manos, pues estaban en continuo contacto con las yemas de los dedos ya que prácticamente las tenía con forma de muñón.
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