En la historia de las grandes potencias, existen pasajes que pocas personas conocen. Personajes, situaciones y actos que pudieron derivar más conflictos bélicos entre las naciones han tenido una casi nula exposición a la opinión pública, por su delicadeza.
Una de las cosas que pocos saben, es que el mundo estuvo a punto de vivir el horror de una Tercera Guerra Mundial; sin embargo, esta jamás llegó gracias a un sólo hombre: Olec Gordievsky quien era espía.
De origen ruso, Gordievsky fue un coronel del Comité de Seguridad del Estado (KGB) que llegaría a ser jefe residente en la embajada de la URSS en Londres, pero que terminó desertando a Gran Bretaña.
Su "traición" ocurrió en 1987, cuando fue descubierto por los soviéticos; sin embargo, el servicio de inteligencia británico tuvo que implementar una operación de rescate digna de una escena de película: fue encerrado en la cajuela de un automóvil y trasladado a la frontera con Finlandia, posteriormente lo llevaron a Londres, donde sufrió un atentado con veneno, pero este fracaso.
¿Cómo evitó Olec Gordievsky la Tercera Guerra Mundial?
Cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) utilizó una nueva codificación y colocó su alerta en Defcon1, desplegó misiles atómicos sobre la cortina de acero soviética. Como era de esperarse los focos rojos de la URSS se encendieron y se prepararon para contestar un "ataque". Fue el presidente Brezhnev el encargado de pedir que se tuvieran listas las armas atómicas para la ofensiva.
Este fue el momento donde entró Gordievsky, pues alertó al MI6 del malentendido, quienes a su vez dieron aviso a la CIA, salvando al mundo de una guerra que habría resultado devastadora.
El filósofo escocés Alasdair Macintyre fue el encargado de llevar la historia del espía s los libros de texto. En ellos trata el reclutamiento de Gordievsky por la KGB hasta su traición a la URSS.