Hace ya cuatro décadas, irrumpió en el mundo otra pandemia: la del VIH/Sida. Opacada actualmente por la aparición del SARS-CoV-2 y “disminuida” por los avances en el control y tratamiento de la enfermedad que produce, el fenómeno “nos permite ahora, en que el mundo es atacado por otro virus, dilucidar los errores y aciertos que tuvimos con el control de una infección tan expansiva”, dice el curador Luis Matus.
Junto con Sol Henaro, Matus abrió hace tres años en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), una línea de investigación dedicada al VIH y el arte que detonó. El resultado fue la exposición “Expediente Seropositivo. Derivas visuales del VIH en México”, que, paradójicamente, debió acortar su periodo de exhibición, en marzo pasado, debido a otro virus: el que produce el Covid-19.
La pandemia, sin embargo, no ha evitado que la reflexión continúe, por lo que este 29 y 30 de septiembre se lleva a cabo el encuentro virtual “Seropositividad, resistencia y biopolítica”, que busca generar reflexiones desde las artes visuales, el activismo y la salud pública, y establecer conversaciones en torno al impacto del VIH sobre la vida cultural y la producción visual en nuestro país.
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“La importancia de traer nuevamente el tema del VIH es justamente dilucidar lo qué hicimos entonces; revisar esta historia, nos hace dilucidar y prevenir, en el mejor de los casos, los costos sociales, políticos y contra los derechos humanos de la pandemia que ahora vivimos. Al principio vimos cómo se estigmatizó y se señaló a una población muy específica, la china, y que fue, de cierto modo, un eco que viene desde la expansión del VIH cuando se estigmatizó a la población africana”, considera Matus.
Reunirá a expertos en el tema
El encuentro está dedicado a tres activistas por la defensa de los derechos de personas seropositivas: Luis González De Alba, Antonio Salazar y Larry Kramer. Sin registro previo y a través del canal de You Tube del MUAC, participan Alejandro Brito, director de Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana; Ana Amuchástegui, investigadora de la UAM Xochimilco; Carlos Magis, co-fundador de Conasida-Censida y el activista Ricardo Baruch; el artista visual Richard Moszka.
Matus dimensiona ambas pandemias: “Las condiciones son muy diferentes, en los 80 tardaron muchos años en encontrar un medicamento que funcionara cuando acá, en menos de un año, ya estamos hablando de la generación de una vacuna, una de las particularidades del SARS-CoV-2 es que se ha avanzado a pasos agigantados en comparación con el VIH, que aún ahora, no existe una vacuna definitiva, sólo medicamentos de control”.
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El VIH, sin embargo, cobró la vida de millones de personas y su influencia, se vio reflejada en el arte, sobre todo en el de la década de los noventa. En México, dice, “afectó en gran medida a la comunidad artística y logró integrar una serie de comunidades en torno a una infección, fue un llamado a solidarizarse y unirse en una lucha común, diciendo: ‘todos estamos expuestos’, el VIH fue una de las enfermedades más mediatizadas del siglo pasado, hubo una producción enorme, oficial y no oficial”.
Pandemias similares
Las dos mesas que integran el encuentro son: Del estigma a la resistencia y Salud, seguridad social y medicalización: hacia una ruta crítica, con las que se busca mantener vigente la reflexión en torno al VIH.
Actualmente, agrega Matus, “los avances en el control y en el tratamiento del VIH son bastantes cómodos, como seropositivo considero que la visión que tenemos las generaciones actuales, con las que vivieron el inicio de la pandemia, donde un diagnóstico positivo era sinónimos de muerte, es muy cómodo que con una sola pastilla podemos tener un control en la infección, una calidad de vida normal”.
“Eso abona a que la percepción cambie, la manera de convivir con el virus, se han modificado e incluso hábitos sexuales, en general es un problema muy complejo que a pesar de que se pueda llegar a una cura para el VIH, aun es un fenómeno que seguirá evolucionando”, concluye.
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