La labor de la Fonoteca Nacional es rescatar los valores sonoros de México. No sólo de grandes músicos sino de todo lo que conforma la vida de sonidos en el país. Pavel Granados dirige la Fonoteca Nacional y es especialista en música mexicana, curador musical, escritor, periodista y junto con Guadalupe Loaeza escribieron el libro Mi novia, la tristeza.
La Fonoteca Nacional dijo Granados, se suma al programa cultural Contigo en la distancia:
“Como todos nos vimos inmersos en la necesidad de encontrar nuevas formas de comunicar en un mundo como este, y la plataforma Contigo en la distancia es algo que ha cambiado para bien la manera de relacionar y compartir los productos culturales; ha ayudado para que la gente se acerque a la cultura y a nuestros acervos”, comentó Pavel Granados, y añadió que “lo que hemos estado haciendo ahora es enfocarnos en la difusión de nuestros productos, y que las personas sepan que los sonidos de todos los días son parte de un patrimonio y es algo que debemos apreciar y cuidar”, concluyó.
El patrimonio sonoro mexicano
En “A propósito de…” Pavel Granados dijo en entrevista con Mercedes García Ocejo que los sonidos de nuestra época son singulares: “Nos interesa documentar la memoria sonora de nuestras costumbres, creencias, modos de hablar, voces de familiares. Esa conciencia es importante que la guardemos y cuidemos y por eso en la Fonoteca Nacional hacemos muchas labores de registro, de catalogación, de restauración y difusión de ese patrimonio sonoro”.
La Fonoteca Nacional se creó en el año 2001 y fue incluida en el Programa Nacional de Cultura 2000-2006. La institución abrió sus puertas el 10 de diciembre de 2008. Pavel Granados comentó que ahora la Fonoteca se encuentra cerrada al público pero cuando el semáforo pase a “amarillo”, irán abriendo paulatinamente y con los cuidados que la pandemia exige.
[nota_relacionada id=1215942]“Es muy importante que exista esta institución, además nosotros tenemos un lugar destacado en América Latina y rescatamos muchos materiales que de otra manera, se perderían porque son muy frágiles y porque además siempre hay hallazgos importantes”.
Recordando a personalidades como Agustín Lara, con motivo del próximo aniversario 50 de su fallecimiento en noviembre 2020
Lo llamaban El flaco de oro. Nació en Tlacotalpan, Veracruz el 30 de octubre de 1897 y murió en la Ciudad de México el 6 de noviembre de 1970 . “Cada época tenía un modo de hablar distinto: nuestra manera de entonar, el ritmo, el modo de pronunciar las palabras” dijo Pavel Granados a Mercedes García Ocejo y añadió que un ejemplo de esa manera de expresarse está en la música y en las composiciones de Agustín Lara, el gran compositor mexicano de boleros y canciones de antaño: “Cuando volvemos a escuchar algo de antes, descubrimos también que hay cosas que inconscientemente nos dicen acerca de nosotros ahora” dijo. Y añadió: “Lo del pasado nos dice que algo tenemos nosotros que ver con aquellos sonidos y esa música, y que hoy nos pueden explicar mucho de cómo somos y vivimos ahora”, sugirió Granados. En México, cuenta Pavel a Mercedes García Ocejo, “si no llegaba a un pueblo la luz eléctrica, si llegaban las canciones de Agustín Lara”. La música no tenía limitaciones ni fronteras.
Agustín Lara conoció a la mujer de su tiempo a través de su música
“Creo que Agustín Lara conoció muy bien a la mujer de su tiempo e incluso al intentar definirla, inventó a un tipo de mujer porque Lara describió su alma”, dijo Pavel Granados y añadió que lo que Lara les cantaba, “fascinaba a las mujeres, porque las comprendía quizás más de lo que ellas mismas imaginaban. Hacía que las mujeres se sintieran más liberadas y más comprendidas”, añadió. Además comentó que en la Fonoteca Nacional han investigado sobre selección de orquestas y se ha restaurado mucha música orquestal, y ahí han encontrado varias joyas en piezas compuestas por Agustín Lara.
“Lara ha dado origen a muchas investigaciones e interpretaciones sobre música” comentó Pavel Granados. “ Se ha analizado su obra desde muchos ángulos. Y su talento sigue influyendo hoy en día. Un ejemplo es el disco de Natalia Lafourcade titulado Mujer divina, homenaje a Agustín Lara. Ese tipo de producciones musicales contribuyen a que las nuevas generaciones aprecien la música del pasado mexicano, y provocan además un reencuentro generacional a través del arte que, nos une”.
Siga la entrevista completa en “A propósito de …” con Mercedes García Ocejo
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Por: Redacción Digital El Heraldo de México
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