Si bien los artistas acostumbran el encierro en sus estudios, el confinamiento por el COVID-19 ha representado un reajuste de sus rutinas, un reacomodo y, sobre todo, una oportunidad para retomar otras actividades.
Así en el vocabulario de los creadores sobresalen palabras como reinventar, reajustar y reaprender: “Esta circunstancia, si te la tomas en serio, se vuelve un alto en el camino, una experiencia que altera tu vulnerabilidad y te obliga a replantear lo que veníamos haciendo”, afirma Sandra Pani, pintora, escultora y dibujante.
Las pintoras Magali Lara (CDMX, 1956) y Pani (CDMX, 1964) coinciden en que el tiempo en casa les ha reajustado sus prioridades. Por ejemplo, Lara retomó el dibujo y desarrolla una nueva serie, además tiene pendiente una exposición en Buenos Aires, pospuesta por la pandemia.
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"Estoy dibujando tratando de aprovechar este tiempo para hacer el trabajo más creativo. También doy clases en línea y ha sido interesante aprender esto, además, hay tiempo para leer lo pendiente”, afirma.
Pani regresó a la música en piano; además dedica parte del día a la jardinería y confiesa que aprendió hacer ejercicio en casa. Otros artistas como Fernando Carbajal y Daniel Lezama optan por pintar y bocetar sus próximos proyectos.
[nota_relacionada id=966499 ]Lo cierto es que el trabajo en casa requiere disciplina. Pani y Lara tienen una suerte de horario. Consideran necesario empezar el día temprano, e incluir ejercicio para activarse.
Las artistas afirman que al finalizar el confinamiento tendrán un cuerpo de obra importante que proyectará una reflexión de cómo la humanidad comparte por primera vez el sentimiento de vulnerabilidad.
Por Sonia Ávila
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