Un verso de Octavio Paz afirma:
Soy hombre: duro poco”.
En él, dice el poeta y ensayista Armando González Torres (CDMX, 1964), está contenida la transitoriedad, la precariedad y la fragilidad de la existencia humana que tanto interesaron al Premio Nobel de Literatura, y que hoy serían otra vez motivo de reflexión para el intelectual, en plena contingencia sanitaria por el coronavirus.
[nota_relacionada id=941582]Como todas esas “disyuntivas históricas”, señala, Paz (a quien se recuerda en el 106 aniversario de su natalicio) reflexionaría sobre la cuarentena y “sería capaz de avizorar el efecto de esta circunstancia; hubiera sido muy hábil para advertir el peso que tendrá en la civilización contemporánea”.
Su ensayo y su poesía, agrega, está colmada de reflexiones sobre lo apocalíptico de la historia; sobre esas calamidades provocadas por la acción humana; y sobre acontecimientos cisma, como la caída del comunismo, que “con coordenadas muy distintas, equivalen, al peso civilizacional que puede tener esta enfermedad”.
[nota_relacionada id=941028]Por Luis Carlos Sánchez
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