En Islandia existe un felino salvaje llamado Jólakötturinn o gato de Yule, según la leyenda es un gato monstruoso que aparece en Navidad.
El espeluznante gato se come a las personas que no recibieron ropa nueva para las celebraciones navideñas como recompensa al trabajo durante el año.
La leyenda se remonta a la Edad Media, según las tradiciones islandesas, cualquier persona que terminara sus labores antes de Noche Buena, recibían como premio o recompensa, ropa nueva.
Sin embargo, los niños que no terminaran sus labores por perezosos, recibían la macabra visita del gato de Yule, animal más grande que un gato normal que busca a los niños por las ventanas y tejados, listo para devorar a los niños o cualquier persona que no tuviera ropa nueva.
Algunas versiones cuentan que en realidad, el gato no se comía a nadie, tan sólo robaba su cena y golosinas, sin embargo, para evitar cualquier riesgo, las familias regalaban por lo menos un par de calcetines para no ser la cena navideña de la feroz criatura.
Bajo la amenaza de ser comido por el gato, pretendían fomentar la generosidad a los más pequeños, ya que los niños acostumbran a regalar ropa a los más necesitados para evitar que el gato de Yule los visite en la Navidad.