POESÍA

Una polifonía: nueva poesía sonorense

Aquí encontrarás una recopilación de poemas sonorenses

CULTURA

·
Poesía Sonorense.

UN POETA LATINOAMERICANO

Ingmar Trujillo

 

Quiero ser un poeta latinoamericano

y que giren sobre mi como planetas

las grandes firmas tecnológicas del transatlántico.

Que husmeen entre las arrugas grises de mi trasero

buscando hierba santa para apagar su cólico aburrimiento,

y que encuentren

entre las paredes

leyendas con mi nombre

un nuevo testamento para inundar de huesos los mundos flacos de

nuestra postrera imaginación.

Quiero ser un poeta latinoamericano

y embriagar de dudas al mundo y su ficción contemplativa,

preguntar en las esquinas de las calles a los perros

¿qué cosa soy? y que respondan con su calurosa compañía

sombras benditamente ateas

¿de qué color será el relámpago que nos devolverá la alquimia?

¿de quién el vientre que cuidara al hijo de nuestras pesadillas?

Quiero creer que creo

que el mundo se apagaría con cerrar la palma de mi mano

con prender fuego al nudo gordiano de la historia

con alimentar al ave que se comerá mi cuerpo

pero no es cierto, y dejo de creer y huyo

al cuenco húmedo de la memoria

que tiene raíces en el cielo

tiene una nostalgia derretida

humeante y virgen,

espantosamente virgen,

una leyenda negra y un embargo pendiente

una sutura en la comisura de la iris

desproporcionadamente frágil

embusteramente limpia

el cuenco húmedo de la memoria

exhala gritos feroces

y los convierte en plumas de girasoles

que caen río abajo y nos dan cuenta del veneno

nos dan cuenta de las huellas

del peligro de la voz de la fe y del aliento que se desborda de la piel

que se abraza del semen y se pierde entre las sábanas

ése que despierta en la miseria de tus ojos

que se arropa con el pan duro que se esconde entre las banquetas y las

calles

ése cuyas venas reventadas anhelan suspirar para delatar su tierna

espiga.

Quiero ser un poeta latinoamericano

para coincidir con las y los hermanos que reventaron el cielo y escaparon

de todas las banderas

que abrazaron la tierra con una furia tormentosa

y caminaron descalzos entre plegarias y derrotas

y

no contentos con morir

no contentos con inundar la noche de ternura

abrieron en tus ojos una grieta

humeante y virgen

espantosamente virgen

una leyenda de cacerolas populares y música ranchera

una sutura en la comisura de la iris

desproporcionadamente frágil

embusteramente limpia

que reveló la carne desnuda del miedo

provocó risas en los niños

y nos enseñó a creer en un mañana.

Quiero ser un poeta latinoamericano

para enamorar a una mujer extranjera

para dividir el alma y vivir en dos lugares a la vez

y conversar conmigo mismo sin temor al abandono

para enamorarme de quién quiera y que le parezcan graciosas mis costumbres

mi forma de soñar y torturarme lentamente

porque nunca entienda cabalmente mis poemas.

Quiero ser un poeta latinoamericano

para que olviden mi nombre y levanten centros comerciales ¡sobre mi cadáver!

para devolver con la palabra todo el tiempo que perdí escuchándote

una y otra vez que no es posible

que somos ratas furiosas en laberintos de arena

que aunque riamos a lo último siempre reiremos peor

que aprovechemos la inocencia y el deseo del otro

para satisfacer el deseo de otro

porque los deseos siempre tasan en moneda ajena.

Quiero ser un poeta latinoamericano

para reencarnar en un cenzontle y que mi canto se vuelva lluvia

impredecible y desafiante

un rayo infinito que reviente el silencio cómplice de los que te mantienen cautivo

para romper de una vez y por todas

la sutura de la comisura de la iris

desproporcionadamente frágil

embusteramente limpia

y se derramen así los sueños y pinten de fuego los colores

que nos impedía ver más allá de nuestras manos.

Quiero ser un poeta latinoamericano

para que cuando me vuelva árbol

mi madre descubra entre mis raíces y mis hojas

todo el amor que se prolonga y multiplica

inconmensuradamente fuerte y grande,

urgentemente fiel y cariñoso,

y escuche en los latidos de la tierra que se rompe cuando me levante

toda la fe que guarde celosamente a la palabra y

al silencio,

toda la magia húmeda que alimentaba

tenazmente, con la esperanza de extinguir

la ira de mis manos

 

40 LIKES PARA UN POEMA

Aziz Córdova

 

He aquí la cumbre de mi vida

que, desde ahora no puede sino mejorar

seguro aprendo a bailar

y consigo una novia californiana

y ella, ninfa de la suburbia,

me convence

de que 40 likes es muy poco

de que puedo aspirar a mucho más

y convertirme tal vez

en el mejor poeta de la galaxia

(el título del universo se lo disputan Baudelaire

y algún pretencioso de Alfa Centauri)

seguro que ahora soy capaz

de escribir magistralmente

al menos un soneto diario

y complacer

a las élites en tinta de calamar

que hambrientas de referentes

buscan otro tótem

para su ridícula autorcracia

seguro encuentro un yate

(opulencia espontánea)

con moño de regalo

encayado en el porche de mi nueva casa

amueblada

con esqueletos de ballena

y un timbre que suene

a gloria

y jolgorio

a hospitalidad

y orgasmo

seguro despierto un día

levitando

y con mis manos

siendo capaces de curar

a los exiliados

de su insufrible nostalgia

a los muertos

del tremebundo silencio

a los amaneceres,

atardeceres,

vampiros,

la llorona,

el mayordomo asesino,

la femme fatale

del escandaloso cliché

y a mis contemporáneos

de la soledad que implica

ser

entonces cuando menos lo espere

estaré vacío

como esas pieles que las serpientes dejan atrás

porque mi alma se habrá filtrado por mis poros

y el cielo raso

y las nubes

y la atmósfera

y la materia oscura

hasta llegar a la verdad…

seré entonces beatificado

y ya no sonará extraño llamarme poeta

y se me adjudicarán

todos los estupefacientes

todos los psicotrópicos

todas las enfermedades venéreas

mi novia californiana

dará entrevistas

y venderá frente a las librerías

descripciones

hipermegadetalladas

de mi luminosa cornamenta

y nuestros hijos

me admirarán

más que nada

por ser un extraño

mi cuerpo claro

será el cascarón

de una leyenda

humanamente triste

y prenderé veladoras

para el arcángel del sopor

y hablaré de cine o de marxismo

con fluidez de pocho

y me invitarán a Vienna

porque necesitan alguien

de quien reírse

y estaré ebrio todo el día

y escribiré cosas tristes

o cosas serias

que es lo mismo

y me tatuaré a los cuarenta

una teibolera en llamas

seré el santo patrón de los desesperados

y tendré piedad para todos

y los jóvenes desertarán en masa de las escuelas

al leer mi poesía

porque sabrán que la vida es absurda

y si un viejo puto puede ser un dios

cualquiera puede al menos ser feliz

y los jóvenes acudirán en masa a mis libros

y levantarán templos en su miseria

y estaré por siempre

grabado en su inocencia

entonces crecerán

y seré de pronto

demasiado mainstream

para su genio

y escribirán

incansables e irreverentes

estridentes malolientes

y escribirán

poesía chueca

y retorcida

y patética

que serán violaciones de mis versos

que a su vez fueron violaciones de otros versos

y lanzarán saetas contra mi memoria

y se burlarán de que retuitiaba memes

de que en 3ero de primaria vomité a una maestra

de que alguna vez hablé del corazón

y lo rimé

con melón, con avión

con desolación

y me convertiré poco a poco

en un fósil indigerible

seré anacrónico

y mis palabras sonarán

más aún

más violentas

más ridículas

más descafeinadas

y mis antiguos devotos

rezarán porque me calle de una puta vez

y será inevitable

que piensen:

“ojalá se hubiera muerto a los 20…

ojalá no le hubiera dado like”.

 

THERE IS A GIRL NAMED LUCKY

Alexia Santini

 

Con toda la inocencia de un niño que juega

Mi creación se repite infinitamente sin entenderse.

Suavemente,

Toca el vaso de cristal.

Me mira.

Levanto la mano y los ojos.

Paso tan rápido que me filtro.

No sé lo que es tener nombre

pero me llamas,

Cuando,

Yo sin forma y tú tan dura.

Caes sobre tu rostro.

Sigo.

Me deconstruyo.

Y tus ojos reptil.

Me doblo.

Me anticipo.

Eres Luz.

Y te humedezco.

Mientras,

Mi creación se repite

Infinitamente.

Caes sobre tu rostro.

Yo lo sé,

Y ella también.

Verte creada.

Ver tu pared,

Cuidadosamente diseñada.

Darte todas las señales,

Para que lo entiendas.

Actúa más para que me lo crean todos.

Tu cuerpo azul hacia mi.

Modulan rápido parece que mueren,

Tus manos.

Actúa más para que me lo crean todos.

Con toda la inocencia de una niña que juega.

Mi creación brilla.

Suavemente,

Toca el vaso de cristal

Y sonríe.

 

LOS DIENTES DE UN TIBURÓN, MUCHCAHOS ¿UN HORIZONTE DE MONTAÑAS?

Hiram Elizondo

 

Atrás quedan los coches estrellados

La A y la E que se desangran colgadas,

Los límites de la escritura

Por otro lado

Y esto lo digo en mi descargo

solo conozco las cárceles

sútiles

de

la calma

que

se altera pero mientras yo iba

los dos estábamos al sol

Por un momento

en mi cabeza

era como un mar embravecido

es

pálido

como nosotros

y la palidez

jamás

ataca

a la palidez.

No obstante

mi fuente

de atracción

es

la melancolía

Deambulo. Deambulo

una nube de polvo mirándome

de pura exitación

como envuelto en

otros cuerpos leves,

incandecentes

y nosotros podemos recitar con total impunidad

Y no

Hay desgarro

Nadie gime la desolación de la Poesía

del lumpen proletario, y

estamos jodidos

mcuhachos,

el arte esá enloquecido,

el artista pobre

siempre ha estado enloquecido

Y a eso se resume todo

¿es usted escritor?

Debe ser un trabajo peligroso:

podemos alabar al maricón por su irrestricta

heterosexualdiad

al impotente por su virilidad

y al cornudo por su hora inmaculada.

Así, paradójicamente, deambulamos

el pasillo de nuestro triunfo

en un universo de rectángulos

son impensables = a un pasillo solitario

que nuestro miedo

va llenando de gente

¿Movimiento, ruptura?

Una premonición de Quetzalcoátl

en las paredes de la sala

también puede ser un ataúd.

No digo que no.

El honor de los poetas:

Gatos capadoscados con gatas degolladas

y con la finalidad

incomprensible

de los sacrificios

del pasado.

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