En México 4 de cada 10 libros son pirata, así lo dio a conocer Quetzalli de la Concha, Presidenta del Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (Cempro), quien habló sobre la campaña “Punto final a la piratería”.
“Esta nueva campaña nace de la preocupación y esfuerzo conjunto del Cempro con la Cámara Nacional de Industria Editorial Mexicana (Caniem) y la Asociación de Librerías de México (Almac), pues creemos que concientizar a los compradores de libros es la mejor manera de combatir la piratería”, contó.
De acuerdo con algunas encuestas realizadas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en 2019, entre el 41 y 44 por ciento de los libros que se consumen, son "clones".
“La piratería provoca la desaparición paulatina de editoriales, librerías y autores dedicados profesionalmente a este arte”, dijo.
En México, las ganancias que la delincuencia organizada obtiene de este fenómeno, es lo que corresponde, en una parte, a las regalías de los escritores, quienes invierten tiempo y esfuerzo creativo en escribir una nueva historia literaria.
Para dimensionar el problema, De la Concha explicó que este fenómeno podría acabar poco a poco con la industria editorial, en México.
“La invitación a los lectores es que compren títulos únicamente en las librerías legalmente establecidas, porque fuera de ellas, se comercializa la venta de libros pirata”, explicó la presidenta del Cempro.
Derivado de la piratería en México, cada año, se decomisan en promedio 60 toneladas de libros pirata.
Descarga Ilegal de libros, la otra piratería
Este 2020, la pandemia acrecentó el consumo de libros electrónicos a 40 por ciento, un fenómeno que estaba previsto para ocurrir en un lapso no mayor a dos años, sin embargo, al compararlo contra la facturación real, sólo el 2 por ciento de estos materiales fueron comprados de manera legal.
“Siempre he enfatizado en que nada es gratis y el caso de la descarga ilegal, no es la excepción”, dijo.
De acuerdo con Quetzalli de la Concha, presidenta del Cempro, la descarga ilegal puede provocar daños que no sólo afectan a los autores y editores, pues en este caso, mucha de la información que se solicita para tener un título en línea, es traficada o vendida en grandes bases de datos.
“En algunos casos, estos sitios que comparten libros electrónicos gratis, se benefician porque por el tráfico de usuarios, las marcas se quieren anunciar, sin embargo, también es probable que en otros, se trafique con los de datos, y en casos más graves, se sufra de suplantación de identidad”, explicó.
Para que los lectores tampoco sean víctimas de esta especie de piratería en la que se ven beneficiadas las redes de delincuencia organizada, Quetzalli de la Concha, recomendó que la compra de libros también se haga a través de los sitios oficiales de librerías y editoriales.
Por: Azaneth Cruz
dhfm