Miradas desquiciadas, material quirúrgico, esqueletos y una galería de personajes marginales que aparecen junto a asnos, cerdos o toros, ocuparon el universo pictórico de Arturo Rivera. Siempre irreverente, rudo, figura de sus propios cuadros, el artista que era incapaz de generar indiferencia frente a su obra, murió la madrugada de ayer a consecuencia de una hemorragia cerebral, según el testimonio de su propia hija, Emilia Rivera Mejía.
Rivera tenía 75 años y estaba viviendo días difíciles: de acuerdo con su amigo, el poeta Ernesto Lumbreras, en las últimas semanas “batallaba para caminar” y pasaba los días en Tepoztlán, leyendo pero sin pintar, recordando su vida y “prácticamente mirando por la ventana”. Le dijo, apenas el miércoles, “que estaba mejorando su situación locomotriz gracias a una terapia”.
La vida de Rivera fue la del artista modelo, viviendo al margen de la locura, deambulando entre los excesos del alcohol y de las drogas durante la juventud y con pensamientos de suicidio que le llevaron a intentarlo. Desde chico tuvo dos inclinaciones, el descubrimiento del cuerpo como médico y la pintura, donde finalmente integró su curiosidad por la figura humana.
Apenas el 25 de septiembre reprobó enérgicamente el intento de Morton, de subastar un cuadro que le atribuyó erróneamente; activo en las redes sociales, expresaba su opinión sin ambages. Rivera había estudiado en la Academia de San Carlos, pero su formación mayor se dio en Nueva York; en 1980 expuso por primera vez en el Museo de Arte Moderno.
La directora del INBAL, Lucina Jiménez afirmó en Twitter que posteriormente se organizará un homenaje. Su hija Emilia, agregó que estuvo con él en sus últimas horas y que “murió en paz”. Así lo deseaba: “Lo único que quiero es no morir con dolor ni en un hospital, y nunca entubado. Yo en mi camita, como ser humano y si hay dolor, con toda la morfina que pueda: me muero y ya”, le dijo Rivera al periodista Miguel Ángel Ceballos, en una entrevista en 2006.
Su vida
- Rivera creció en la colonia Nápoles y estudió en el Colegio Alemán
- Sus estudios regulares no alcanzaron a terminar la preparatoria
- Se asentó en Nueva York en 1975 y después fue a Alemania
- Ganó el primer premio de la II Bienal de Beijing, China
- 5 años vivió Rivera en Nueva York
- 1945 año en que nació en la Ciudad de México