Las palabras en español sobre “uno de los más importantes fotógrafos en Europa” causan gracia a Martin Parr. Niega con la cabeza y decide minimizar los elogios a su trabajo como documentalista. “Todo es mentira”, dice mientras es presentado al público regio.
La historia del integrante de la Agencia Magnum se remonta a los años 60, luego de aprender de fotografía bajo la guía de su abuelo. El recorrido de las calles, las excursiones y la clase media-alta de Reino Unido dieron rumbo a su estilo, que ha sido calificado como crítico del consumismo.
[caption id="attachment_826805" align="aligncenter" width="1080"] ARTE. Es su primera muestra en México. Foto: Cortesía[/caption]
El inglés de 67 años de edad saludó a poco más de 400 personas en Nuevo León, a cuatro meses de que se anunciara su primera exposición en México, en la galería Lorena Carrillo, en San Pedro, Garza García. Aunque no es su primera visita al país.
Las 25 imágenes corresponden a las compilaciones de Life’s a beach y Last resort, mismos títulos de dos de sus fotolibros.
“Es increíble tener esta recepción, estoy agradecido por venir, es conmovedor ver a tanta gente interesada en la fotografía. He tomado fotos en México, algunas están aquí", declaró.
“He estado más en la playa, me encantan las playas en todo el mundo. Es genial ver estas imágenes de 1982, finalmente, en México”, dijo en la inauguración.
[caption id="attachment_826806" align="aligncenter" width="1080"] TRABAJO. Parte de su obra la ha realizado en el país. Foto: Cortesía[/caption]
Los cuadros “mexicanos” a los que se refiere se encuentran del otro lado de la sala, en una esquina. Relojes de pulsera con imágenes religiosas, un plato con limones partidos, clásicas calaveras de noviembre y las manos de un comerciante de algodón de azúcar fueron el blanco del ojo de Parr, en 2003.
Alrededor están las impresiones de bañistas, turistas y transeúntes que, gracias al autor, fueron trasladados de la cotidianidad a la permanencia. Algunos de ellos, a casi 30 años de distancia.
Martin Parr ríe un poco más de la dinámica y luego se repite la escena: la constante línea de seguidores espera intercambiar palabras, conseguir una dedicatoria y, sin falta, posar juntos.
[caption id="attachment_826808" align="aligncenter" width="1080"] SOCIAL. Parr se dedica a la documentación. Foto: Cortesía[/caption]
Para ello se esfuerza en hacer sonreír a sus interlocutores. Adopta posiciones peculiares y usa el pelo de las mujeres como peluca, rodeado de personas e ironía como en las atestadas orillas de los mares que frecuenta.
Por Gabriela Dimas
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