Shari Mason es concertino de dos orquestas: la Sinfónica Nacional (OSN) y la Sinfónica de Minería (OSM). Siempre llega por lo menos una hora antes de cada concierto para calentar: “Para mí es indispensable llegar antes de la presentación y sentirme con la libertad de repasar mis notas, lo cual me ayuda a encontrar mi concentración”, dice.
A pesar de los años, los nervios antes de cada presentación siguen presentes: “No dejo que me dominen, al contrario, esa adrenalina es algo que no se puede ignorar y si soy honesta, me gusta esa sensación” confiesa.
Mason añade que lograr impactar a las personas, es lo más importante a la hora de subir al escenario. Cree que es mejor que al espectador le disguste el concierto antes que salir de la sala como si no hubiera presenciado nada: sin ningún sentimiento.
La destacada violinista mexicana recibe a El Heraldo de México previo a uno de sus ensayos con la OSM, agrupación que cumple su Temporada de Verano 2019. Mason dice que se trata de un evento digno de ser presenciado por propios y extraños: la programación de este año no aborda sólo un esquema temático –como en otras temporadas– sino que cada concierto es único con diversas propuestas.
“Invito a todos los que aman la música clásica a presenciar un evento lleno de sorpresas con una orquesta repleta de matices; pero sobre todo invito a quienes nunca han presenciado en vivo la música de concierto, que no rechacen la oportunidad de vivir una experiencia única. Hace un mes toque en un concierto de cámara y la entrada fue de 20 pesos, además siempre hay descuentos para estudiantes".
Mason, quien es reconocida a nivel internacional por su manera de interpretar los clásicos, pone especial énfasis en la percepción que se tiene sobre la música orquestal: “no es música para viejitos, tampoco es un espectáculo elitista", dice mientras reflexiona que la sociedad debe despojar a la melodía de prejuicios y vivir la experiencia de disfrutarla.
Sobre los recortes a la cultura, Mason exige a las autoridades que cambien la manera de concebir el arte como un privilegio: “Es una necesidad y un derecho; en países nórdicos la educación musical está en la Constitución, y es impartida a todos los niños desde la educación básica”. La violinista destaca además que la música desarrolla habilidades en el cerebro que no surgen con otra práctica: “La meta como artistas es mejorar la vida en sociedad y con ella a nuestros gobernantes, no es la primera vez que existen recortes, pero espero que las cosas mejoren”.
Shari Mason comenzó a trabajar en la OSM en 2003, año en que el fundador de la orquesta, Jorge Velazco, falleció. Debido a su proverbial técnica y estilo, paso de ser cuarto atril a convertirse en asistente de concertino y desde el 2014 es el primer violín.
Respecto a su trabajo con Carlos Miguel Prieto, asegura que la confianza es la clave: “Hemos desarrollado una comunicación muy directa, si algo no le gusta me lo dice abiertamente y viceversa, esto es importante porque ahí radica la coordinación”.
POR FANNY ARREOLA
Derecho antes que privilegio
La Orquesta Sinfónica de Minería comenzó su Temporada de Verano 2019; la concertino Shari Mason recibe a El Heraldo de México en uno de sus ensayos y reflexiona en torno a su labor