Hace tres meses, la catedral estaba llena de feligreses y turistas que admiraban su arquitectura gótica y a sus famosos vitrales que salieron en gran parte ilesos del siniestro. Pero ahora, en su lugar, unos 60 trabajadores especializados trabajan sin descanso desde hace varias semanas para consolidar la estructura del templo. Tres redes protectoras fueron colocadas en donde estaba el techo para evitar la caída de pedazos de la estructura. Una parte de los trabajadores llevan máscaras para protegerse de la contaminación con plomo, causada por el techo que se fundió.
Las obras de renovación aún no han comenzado. Antes que nada, la estructura de la catedral, inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, debe ser consolidada para descartar el riesgo de colapso.
“Hay un lugar en el cruce de los transeptos (nave transversal) que tendremos que vigilar”, advierte Philippe Villeneuve, el arquitecto principal de Notre Dame. “No podemos interferir, tendremos que dejar caer el pedazo, pero debemos asegurarnos de que no hiera a nadie”, añade.
Aunque la joya gótica resistió bastante bien “aún no estamos en la fase de restauración, estamos aún en las tareas urgentes” de consolidación. La bóveda puede aún colapsar, señala este arquitecto que trabaja en la catedral desde 2013.
El riesgo de colapso es tan grande que en algunas zonas sólo se permite el acceso de máquinas que recogen escombros, trozos de madera y piedras ennegrecidas por el fuego.
“No se tira nada”, explica Villeneuve. Cada escombro es inventariado, clasificado y analizado escrupulosamente.
“Esta obra no es un asunto únicamente de arquitectos, sino de científicos e investigadores”, señala. “Una catástrofe tuvo lugar, pero traerá consigo nuevos conocimientos”.
LIMPIAR RESIDUOS
A pesar de los daños, la catedral conserva su grandeza, con sus imponentes pilares en la nave principal, su órgano que salió intacto del siniestro y su gran rosetón.
El Ministro de Cultura, Franck Riester elogió los avances, pero subrayó que aún queda mucho por hacer. El techo, en gran parte destruido, deberá ser reconstruido, así como la aguja de la torre principal, que se derrumbó ante la mirada atónita de los parisinos.
Sobre la presencia de plomo, el ministro afirma que se tomarán “todas las medidas necesarias”. “Se han hecho limpiezas, pero hay piedras impregnadas de plomo”, indica.
En el exterior, en la plaza de la catedral, antes colmada de turistas, se ha realizado una primera limpieza y se debe realizar una segunda.
La fiscalía de París indicó en junio que un cigarrillo mal apagado o un cortocircuito podrían haber causado el incendio.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió a que el monumento sea reconstruido en un plazo de cinco años.
POR REDACCIÓN EL HERALDO DE MÉXICO
Notre Dame, una obra titánica
Tres meses después del incendio que devastó una parte de la catedral, su interior sigue impregnado de un ligero olor a quemado, en medio de escombros que aún no han sido retirados de la nave