Acechan goteras a dioses

En junio pasado, el MNA vivió una crisis por las lluvias, actualmente sólo tiene 47% de avance en la impermeabilización

Una nueva temporada de lluvias ha llegado a la Ciudad de México y el Museo Nacional de Antropología (MNA), el más visitado e importante del país, sólo tiene 47 por ciento de avance en los trabajos de impermeabilización de sus 24 mil metros cuadrados de azotea. “Está pendiente el restante 53 por ciento”, reconoció ayer Antonio Saborit, director del espacio que resguarda los tesoros arqueológicos. Durante la presentación de la exposición Pierre Verger en México. Con los pies en la tierra, el funcionario sostuvo que el avance en las obras no es un tema de recursos y aunque no precisó una cifra, dijo que el dinero para impermeabilizar el museo “está garantizado”. En junio del año pasado, el MNA vivió una crisis a consecuencia de las filtraciones que ocasionaron las lluvias. En el interior de las salas de Etnografía, de la Mexica y de la Biblioteca Nacional de Antropología se registraron goteras que, en algunos casos, formaron torrentes. Con las lluvias encima, el INAH intentó atacar el problema, pero después de un año, no ha podido concluir. “El recurso existe para continuar con el trabajo de impermeabilización que no ha cesado desde el año pasado; hacia julio, empezaron los trabajos en la biblioteca y se siguieron sobre el techo de la sala Oaxaca, Mexica, Sierra Norte de Puebla y Otopames”. Las áreas que siguen requiriendo impermeabilización son el edificio de gobierno, que también incluye el vestíbulo principal, “falta la ex Escuela de Antropología e Historia” y las salas de exhibición sur y norte, que van de la fachada a la zona donde termina el estanque, en el centro del patio del museo. “Espero que los trabajos estén concluidos para este año, las cifras yo no las manejo”, afirmó. El problema de las filtraciones en Antropología se agravó con los sismos de 2017 y con las permanentes intervenciones que se realizaron a sus techos a lo largo de la historia: en total se sumaron más de 15 centímetros de espesor de una capa tras otra de material impermeable que se fue sumando a lo largo de más de 40 años. Saborit agregó que para continuar los trabajos, se requiere un permiso del INBAL. Aún con el problema, el MNA sigue siendo el recinto más visitado: en los primeros cuatro meses de este año, ya registra un total de un millón 300 mil visitantes, por lo que quizás se rebase la cifra de tres millones, cantidad superior a los dos millones 600 mil personas recibidas en 2017. Por Luis Carlos Sánchez
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