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El arte del cartel político

Ilustraciones que impactan y que invitan a la reflexión se pueden apreciar en la Galería José María Velasco HASTA EL 10 DE MARZO

CULTURA

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En opinión del artista Francesco Orazzini, “la sátira y la crítica política, bien dirigidas, pueden tener efectos muy fuertes en la sociedad”. Su obra aborda temas como el dinero, la política, la crisis y el caos en el mundo, que plasma a través de herramientas como el lápiz y la acuarela. Tras dedicarse a la publicidad en Nueva York, el italiano llegó a México en 2013 y decidió quedarse en nuestro país, pues se sintió identificado con el arte y la cultura mexicanos. Ahora, a la edad de 30 años, considera que es aquí donde ha podido desarrollarse mejor como artista. “La cuestión política es muy activa”, explicó. “Veo a los estudiantes muy involucrados, y esto es algo que quizá se ha perdido en Italia”. ¿Qué te trajo a México? Había trabajado en Nueva York como ilustrador en el ámbito comercial, y como asistente en un estudio fashion de Manhattan. El trabajo iba muy bien, pero esa vida no era para mí. Durante un viaje con una pareja que se ocupaba de temas de economía y desigualdad de salarios en Latinoamérica, fue que visitamos el país. Me enamoré de México y me quedé. ¿Sientes que tu obra ha tenido buen recibimiento? Mi trabajo siempre ha sido recibido con interés, gracias a su contenido abrupto y directo que siempre engancha el estómago, pero también por estar bien elaborado. Con mi llegada a México encontré un movimiento artístico inesperado. Es normal pensar que Nueva York y otras ciudades parecidas son las capitales de las artes, pero está muy lejos de ser verdad. Orazzini crea escenas que sirven para la reflexión, siempre con un toque de sarcasmo. Dice que la tradición del cartelismo político lo inspira, y el trabajo de exponentes como John Heartfield han influido en él: “Era tan fuerte el efecto de su expresión, circulando por los periódicos, que se ordenó su secuestro y ejecución, forzándolo a huir de su país y a seguir publicando con la prensa desde el extranjero”. ¿Consideras que tu trabajo continúa con esa tradición? Me siento muy inspirado por el cartel politico, desde su contenido iconográfico y conceptual hasta su composición gráfica. Pero también eran tiempos muy distintos para el arte político. Hoy, el riesgo que se corre es que el arte, a pesar de ser crítica, sólo logre alcanzar la función de apología de los poderosos. Encontrar tanto arte crítico en la Bienal de Arte de Venecia, por ejemplo, me provoca un raro sentido de tristeza. Los movimientos sociales en México también son un estimulante para su trabajo, pero prefiere ser cuidadoso al opinar. “La situación política de un país es algo muy íntimo y se necesita tiempo para conocerla antes de opinar. He tenido precaución con esto”, compartió. “México conlleva una situación más delicada, sólo pensar en las circunstancias extremas en las que trabajan muchos profesionales del periodismo. Acá el tema político sigue siendo un riesgo muy alto para tu vida”. Orazzini se describe como un dibujante: “Manejo una gran variedad de técnicas, desde el aguafuerte hasta la animación digital. El dibujo es la base de todo mi trabajo”. Opina que en México encontró público para estas expresiones, y que aquí siente libertad para expresarse. ¿Sientes afinidad con ese aspecto de los mexicanos? En México todavía existe una pasión específica hacia la pintura clásica, el figurativismo, los detalles; quizá un poco de barroco. Definitivamente creo haber encontrado un ambiente más idóneo para mi camino. ¿Qué opinas de espacios como éste, con apertura a expresiones populares? Es muy importante que existan espacios de este tipo, libres dediscriminación intelectual y prohibicionismo expresivo. Por “arte popular” entiendo un arte que habla con palabras modestas y no pretenciosas, que abarca a una gran mayoría de público. A veces es fácil sentirse ignorante visitando un museo de arte contemporáneo, y regresar a casa sin que verdaderamente haya pasado nada dentro de uno mismo. Por Carlos Celis