Mucho antes de que el Museo Nacional de Brasil ardiera en llamas, sus administradores pedían ayuda para renovar el deteriorado edificio de 200 años que albergaba gran parte de la herencia científica e histórica del país.
Hace tres años pidieron 4.2 millones de dólares en donativos privados. La falta de inversión pudo haber condenado al museo, que se incendió el 2 de septiembre y perdió la mayor parte de sus 20 millones de tesoros, muchos de ellos literalmente invaluables. “Brasil no puede establecer sus prioridades”, dijo Roberto Lehrer, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, “Hay dinero para espectáculos de Disney en Río, pero no para el museo”.
Las discusiones ocurren en momentos en los que hay revelaciones sobre las desviaciones de los contratos públicos, que ascienden a miles de millones de dólares.
TRAS EL SINIESTRO:
- 2.5 mdd se destinaron a los fondos de emergencia para el museo.
- 90% de sus artículos se perdieron por el fuego.