Gaby Muñoz se ríe para mantenerse cuerda; está acostumbrada a que se burlen de ella en el escenario, fuera de él, le cuesta trabajo contener sus emociones. Después de interpretar personajes que la llevan del llanto a la risa explosiva, se refugia en “lugares profundos en su interior y tardo días en recuperarme”, dice la pionera del clown femenino en México.
Chula the clown está de vuelta en México, después de una serie de presentaciones con su espectáculo Perhaps Perhaps, Quizás, con el que ha viajado por más de 20 países desde que lo creó en 2010; ahora prepara Dirt, que estrenará en enero de 2019.
De pequeña tardó un par de años en hablar, a los cuatro se comunicaba con sonidos y gestos. “A lo mejor por eso ahora me cuesta trabajo comunicarme con palabras”, dijo la actriz que inició en el clown hace 10 años. En 2009 cofundó la compañía Clown me in y, desde entonces, ha producido y dirigido sus propios shows.
Joseph Grimaldi, Dimitri, Gardi Hutter y David Larible son sólo algunos de los “padres del clown”, cuando Gaby comenzó su carrera, después de estudiar en la Escuela Internacional de Artes Escénicas de Londres, no sabía que existía un clown femenino.
No estaba mal vestirte como hombre, es cierto que ya no existe algo que vaya atado a esa construcción; cuando inicié no existía algo que fuera transgresor como propuesta, lo que se hacía era una copia de mimos hombres. En países donde ha existido una brecha y las mujeres empezaron a ser más valientes, fue donde encontraron huecos creativos para empezar a producir algo distinto”, contó.Greta, su personaje más entrañable, nació de una ruptura amorosa que tuvo, “recuerdo que de chiquita le pregunté a mi mamá, ¿se puede morir de amor?, me impresionaban mucho las historias desgarradoras que leía. Greta nació de una desilusión, pero al mismo tiempo me interesaba que reflejara a través del humor las concepciones sobre el amor y el matrimonio que nos hemos formado”. Este personaje la ha acompañado durante estos años en sus múltiples presentaciones: en Italia se ha presentado ante 200 personas en la calle, en Shanghái para 25 en una galería; no tiene límites de espacios ni de públicos. “En los países que me he presentado siempre hay buena recepción y en parte es porque dicen, mira ella es mujer y está haciendo esto”. Para ella, el clown llegó de forma natural, “tenía necesidad de explorar quién era yo en el mundo; hasta la fecha me cuesta trabajo descifrarlo, pareciera que socialmente estoy muy cómoda, pero siempre he estado incómoda porque nunca he encontrado realmente mi lugar, algo que me ha dado el clown fue encontrar mi identidad y decir: acá puedo construir mis muros y formar mi casa”. Para crear esa identidad también ha inventado su propio vestuario y maquillaje, dibuja y pinta en papel con acuarela y tinta, los diseños de sus atuendos, de la mano de Valentina Muñoz, su hermana. “Me es más fácil presentarle mi propuesta en dibujos, si se los explico con palabras no me entienden”. Lo que más disfruta del clown, dijo, es no tener que intelectualizar sus emociones para que alguien se ría o llore, “no existe manipulación alguna para que eso suceda, es lo más honesto, a veces tengo que sacar partes oscuras de mí en el escenario, pero es parte de la catarsis”. Para Dirt, su próximo show, está trabajando con la diseñadora Alejandra Quesada y su hermana. La narrativa del espectáculo, adelanta, girará en torno a los recuerdos, “será una relación del ciclo de lavado con la ropa y cómo guardamos las memorias que construimos para que sean más interesantes”. SOBRE SU CARRERA:
- Tiene experiencia en teatro, circo y ópera en México.
- Vivió en Londres por casi seis años y de ahí partió a Montreal.
- En Canadá trabajó en una productora de efectos especiales para las películas Across The Universe y Stranger than Fiction.
- Su trayectoria artística incluye ser directora, productora y actriz.
- En 2011, junto con Audrey Crabtree creó el espectáculo Flocked, dirigido por Hilary Chaplain, en Nueva York.