La zona arqueológica de Tulum presenta trabajos de limpieza e impermeabilización de azoteas en los edificios que cuentan con pintura mural: El Castillo, los Templos de las pinturas y del Dios Descendente, así como con la limpieza de la Casa del Halach Uinic.
La zona arqueológica de Tulum es un caso importante de conservación del patrimonio, debido al contacto del mar, los fenómenos meteorológicos, la fauna endémica e incluso la naturaleza cárstica del subsuelo de la península de Yucatán, sobre sus edificios, monumentos y pintura mural, señaló un comunicado.
Por ello, existen diversas iniciativas de preservación a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como el Proyecto de Conservación e Investigación de Pintura Mural en la Costa Oriental de Quintana Roo.
La restauradora Patricia Meehan Hermanson, directora del proyecto, indicó que para la impermeabilización de los edificios se valieron de una técnica tradicional en la cual se aplicaron, durante siete días, mezclas consecutivas de jabón de barra y piedra de alumbre.
Para dicha labor se apoyó en ayudantes locales, como Mateo Tuz Kauil, quien desde 2011 asiste al equipo de restauradores en sus temporadas de trabajo, y a quien se capacita para que a futuro se genere un manual de mantenimiento que sea implementado de manera regular por el personal de la zona arqueológica.
Aunado a las citadas tareas, en la fachada del Templo del Dios Descendente se efectuaron otros trabajos como la elaboración de pruebas de morteros para resanes, o bien, de registro, los cuales permite a los especialistas saber qué segmentos requieren mayor atención.
Respecto a la nueva temporada del proyecto de conservación, Patricia Meehan señaló que seguirá concentrada en la fachada del Templo del Dios Descendente, en donde se limpiarán y estabilizarán elementos policromados, como paramentos, jambas y dinteles, además del nicho y la escultura de dicha deidad maya.
La iniciativa de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del instituto busca ir más allá de los enfoques reactivos y lograr frenar, o aminorar, los deterioros en la pintura mural desde sus causas mismas.
Las labores se realizan anualmente con el doble propósito de proteger a las estructuras ante la temporada de lluvias y maximizar el tiempo que el equipo multidisciplinario del proyecto, y además de Tulum integra a zonas como Muyil, Xelhá y Tankah. POR REDACCIÓN