La actriz y directora teatral Nohemí Espinosa inició en el clown con profesionales como Aziz Gual, Artús Chávez y Jesús Díaz, en ese proceso se dio cuenta de que el panorama de formación escénica en este género estaba dirigido en su mayoría por hombres; por ello decidió crear el primer Laboratorio de Clown Femenino en México en 2016, el cual se mantiene hasta ahora como un semillero de payasas que buscan abrir ruta en el país.
“La mayoría de las obras teatrales, desde Shakespeare incluso, están dirigidos por y para hombres, quienes han sido grandes clowns y muy famosos, mi necesidad surgió por querer formar piezas originales creadas por mujeres, fuera de los estereotipos”, cuenta Espinosa, quien es miembro fundador del grupo de clown teatral Sensacional Orquesta Lavadero.
Al Salón de Artes Escénicas del Centro Nacional de las Artes (Cenart) llegan cada lunes las actrices que conforman el laboratorio, comienzan a realizar una rutina de calentamiento y Nohemí Espinosa inicia con actividades propias de la técnica clown como el gesto corporal, ritmo, y principio de diálogo, todos con un objetivo común: crear una fábrica de humor.
“El laboratorio ha servido para crear sketches originales que parten de una idea original, hay números variados, queremos un humor no violento. Muchas actrices pueden llegar a improvisar temas como los que marcan los estereotipos: mujeres solas, casadas, enfocadas en el hogar y no está mal, pero son de las cosas que creen que siempre debemos hablar”.
Actrices como las mexicanas Gaby Muñoz, Darina Robles y Adriana Medina han trabajado en México para crear la primera Red de Payasas Mexicanas, la cual surgió el año pasado en el marco del Encuentro Internacional de Mujeres Payasas en Sao Paulo, Brasil. “En varios países de Latinoamérica y Estados Unidos, el movimiento del clown femenino es muy fuerte, acá en México no hay un panorama académico para formarlas, las actrices se forman en talleres independientes”.
Sketches, poesía, canto y baile, todo cabe en el laboratorio que hizo su primera presentación en el Teatro de las Artes con la puesta Varietè De-lirios, “ahí nos dimos cuenta de la gran aceptación que el público tenía hacia nuestras propuestas y parte de la intención de este laboratorio es que las participantes sigan formando a más”.
Para ingresar a este laboratorio se lanza una convocatoria abierta anual, “la selección se hace con base en las aptitudes propias del humor, en este taller participan actrices, no actrices, especializadas en distintas disciplinas, yo les pido que compartan sus experiencias y hacemos desde yoga, máscara, poesía y baile”, explica Espinosa.
El Laboratorio Femenino abrirá convocatoria para el próximo septiembre.
Por Scarlett Lindero