Berlín-México recuperó tras diez años de esfuerzos diplomáticos y judiciales, dos piezas de arqueología mexicana, pertenecientes a la cultura Olmeca de tres mil 200 años de antigüedad incluidas en las obras incautadas en Alemania al controvertido coleccionista Leonardo Patterson.
Los dos bustos, de madera de ceiba y jobo, de 48 y 30 centímetros de alto, fueron tallados alrededor del mil 200 a.C. en Veracruz y sólo se conocen 13 piezas similares (dos de las cuales se exhiben en el Museo Antropológico de la Ciudad de México).
"Hemos tenido éxito y estamos muy contentos", aseguró la coordinadora de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, María Villarreal, que se encuentra a Múnich (sur de Alemania) para el acto de devolución de las piezas.
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Se trata de dos bustos "muy especiales" y "perfectamente conservados", explicó la experta, que pertenecen al sitio arqueológico de El Manatí, el único donde se han hallado esculturas de esa factura, de esa antigüedad y características, y atribuibles a la cultura olmeca, "una de las primeras de México".
Pero además, su devolución supone un "precedente muy importante" para México y para otros países latinoamericanos que han denunciado el expolio de su patrimonio cultural y tienen grandes dificultades para ganar las batallas legales que implica reclamar estos objetos.
Hemos hecho una importante labor para acreditar, con elementos claros y precisos, que las piezas son mexicanas y que salieron de forma ilegal del país. Hemos logrado acreditar una posesión ilegal", explicó Villarreal.México, agrega la responsable jurídica, no va a cejar en su empeño de tratar de recuperar el patrimonio nacional, pese a que su devolución implica largos procesos diplomáticos y judiciales, como en este caso, cuyos orígenes se remontan a 2008. POR EFE