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El viaje iniciático

Desde la época prehispánica, los varones salen a la montaña en busca de la flor Niluyarilo, con la cual adornan el templo de Santo Domingo para la celebración del 24 de diciembre

CULTURA

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La flor sagrada en el nacimiento del Niño Dios

  El tambor y el carrizo sonaban en la capilla del Niño Florero, mientras los cuetes se escuchaban cada vez más cerca, anunciando la llegada de los floreros a una ranchería no muy lejos de Chiapa de Corzo.   El pasado 14 de diciembre, más de 500 hombres partieron rumbo a los Altos de Chiapas para cumplir con la tradición de ir por Niluyarilo, la flor sagrada. A sus inicios, los floreros iban por agradecimiento por las cosechas del año, pues eran campesinos en su mayoría.   Se acudía para disciplinar a los muchachos, era parte de una iniciación a la adultez. En la actualidad, el grupo está integrado por niños, jóvenes y adultos. Sólo hombres, mujeres no, pues no es bien visto que pasen siete días en la montaña junto cientos de caballeros.   Estos realizan promesas al Niño Florero, otros lo hacen por devoción, pues consideran que es muy milagroso. Durante los siete días de camino, las imágenes del Niño Florero y el Niño Ángel, también los acompañan.   Inicia la travesía, caminan un día entero hasta llegar a la Hacienda Rodeo, habitada por una comunidad zoque tras la explosión del volcán Chichonal, en 1982. Ahí pernoctan, para partir al día siguiente rumbo a Multajó, municipio de Ixtapa.   En Multajó, interrumpen el viaje a pie y toman camiones que los llevan a Mitzitón, una localidad de San Cristóbal de Las Casas, donde comienzan a cortar esta flor , perteneciente a la familia de las bromelias, que crece en los robles.   El 16 y 17 de diciembre son días destinados a recolectar el Niluyarilo.   Llegado el 18 de diciembre se trasladan con la flor a cuestas al Cerro de las Cruces, en Navenchauc municipio de Zinacantán, donde realizan cantos y rezos. “Ese cerro es un volcán y cuando llegamos a rezar ya estamos listos para regresar a casa”, cuenta el Patrón de esta romería, Tomás Nigenda.   Tras el rezo en Navenchauc, realizan la velada de la flor sagrada con café, tamales y música. Al día siguiente toman el camino a casa.   https://www.youtube.com/watch?v=Hz3dv3Q36MI   La noche del 20 de diciembre, familiares de los floreros, los topan y realizan nuevamente la velada de la flor.   A las 7:00 horas del 21 de diciembre, en la capilla del Niño Florero cientos de feligreses esperaban la llegada de los más de 500 hombres que fueron por la flor sagrada a la montaña. Los reciben con un caldo de gallina de rancho y la música tradicional de Chiapa de Corzo, de tambor y el carrizo.   POR JENY PASCACIO