MADRID.- Con las más de 800 localidades vendidas desde junio, la obra "Mount Olympus. To Glorify the Cult of Tragedy" del director belga Jan Fabre hará vivir al público madrileño durante 24 horas una "verdadera catarsis física y mental" inspirada en la cara más oscura de la tragedia griega, con sexo explícito incluido.
Desde las 19:00 horas de mañana y hasta las 19:00 horas del sábado los Teatros del Canal de Madrid acogerán esta producción inspirada en la mitología griega convertida en un maratón de horror, sexo -con masturbaciones, erecciones y "fisting" (que consiste en introducir el puño en el ano), entre otras prácticas- y sangre; los ingrediente de las 33 tragedias que se suben a escena.
La idea para mi era saber y preguntarme si realmente puede existir la catarsis en el teatro actual, la misma de las tragedias griegas, y la respuesta es que sí", dijo hoy Fabre durante la presentación de la obra en Madrid, un día antes de que comience este espectáculo estrenado en Berlín en 2015.[caption id="attachment_194061" align="aligncenter" width="1024"] FOTO: EFE[/caption] Así, con "Mount Olympus. To Glorify the Cult of Tragedy" el siempre polémico Fabre quiere provocar en el público una "catarsis física y mental", como así ha sucedido "en todas la ciudades" por donde ya ha pasado, como París, Belgrado o Sevilla. "La gente llora, se duerme, grita, aplaude y todo el mundo se queda hasta el final", aseguró. "Cuando estrenamos en Berlín los actores y los bailarines me preguntaban cuánta gente se iba a quedar durante toda la obra, y yo les decía que no me importaba porque representarla era una necesidad que yo tenía, un regalo que quería hacerme a mi mismo y también al público", agregó el director de la compañía "Troubleyn". Y toda la duración de la obra tiene una "relación" con el texto que ha creado al estar basado e inspirado en las "Grandes Dionisias", el mayor festival dramático de la Grecia del siglo VI antes de Cristo donde se convocaba a tres poetas trágicos durante una jornada en la que cada uno representaba tres tragedias y un drama satírico.
Para nosotros era fundamental romper la dictadura del tiempo, tanto para el público como para los actores. Se trata de reproducir ese lenguaje olvidado de las tragedias griegas que se acerca más al lenguaje de los sueños, de cambiar de experiencia, tanto para el público que no duerme o que duerme a ratos; tanto para los actores, que no actúan igual cuando duermen o sueñan a ratos", explicó.Serán 27 los actores y bailarines que lleven a escena esta bacanal griega que se presentará en varios idiomas (inglés, francés, alemán, holandés e italiano) con sobretítulos en español de los textos de personajes como Antígona, Prometeo, Edipo o Electra. Unas tramas en las que Fabre ve asuntos de la actualidad: "¿Qué significa una tragedia para el público actual? Podemos ver 'Medea' como una obra que se refiere a una familia, pero realmente podemos ver ahí la historia de Siria, de una madre siria con sus hijos criados por miembros del Estado Islámico". "Las grandes tragedias griegas se refieren a nuestra vida cotidiana, por eso también hay un trasfondo muy político en esta obra", añadió este artista siempre transgresor, que como parte de sus representaciones ha quemado dinero, ha hecho dibujos con sus propia sangre o ha lanzado gatos al aire. POR EFE