Una joven veinteañera, originaria de un pueblo de Jalisco, cuenta que comenzó a drogarse a partir de los 13 años porque veía a su hermano consumiendo mariguana, por lo que jamás imaginó que dicha situación la terminaría hundiendo.
"Empecé a los 13 años a consumir tabaco y alcohol, yo no soy de aquí, soy de otro pueblo. Entonces, era muy fácil que te vendieran donde quiera el alcohol y los cigarros. Empecé con eso y como a los 14 años entré a la mariguana. Era muy fácil, pues en un pueblo pequeño sabes quien vende. A la edad de 15 años entré a la cocaína, ahí ya no consumía mariguana".
Fue hasta los 16 años cuando su familia se dio cuenta por la situación que atravesaba, por lo que decidieron brindarle ayuda.
"Primero estuve encerrada como un mes o mes y medio en mi casa, no salía para nada y entré en una depresión muy fea... Después fuimos a un psiquiátrico, donde me dieron medicamento que me afectó más porque me daban ataques de epilepsia, de ahí nos mandaron al IAJU y el IAJU nos mandó para acá".
Actualmente cuenta con 23 años, estudia una carrera universitaria y los expertos la consideran como un "caso de éxito", porque pudo salir adelante y dejar atrás las adicciones.
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