MALOS MODOS

Regrésenos la corrupción, señor Presidente

No es sólo el cash. Tenemos audios de la propia Layda diciendo que hay que maicear a los medios y las acusaciones de corrupción contra el Cuau

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Acabamos de enterarnos, Presidente, de que a dos funcionarios del gobierno de Layda Sansores y a una senadora de Morena por Campeche los cacharon, también, en el acto de recibir tremendos fajos de billetes. Y no cualquier billete, señor: el súper peso, ese como dólar del bienestar. 

Imagínese. Lo de “también” se lo digo porque antes, como ya se ha repetido hasta el cansancio, vimos unos videos bastante claros en los que dos de sus hermanos, Pío y el Martinazo, hacían lo propio: embolsarse una lana. Lo que nos lleva a una conclusión, Presidente: que sí, que es muy del movimiento lo de rellenar bolsas de súper de esa manera tan peculiar, porque, como ya sabemos también más que de sobra, hay antecedentes de cuando andaba usted en la jefatura chilanga: Bejarano y Carlitos Ímaz. Sin mencionar a Gerardo Viva Las Vegas Ponce, su secretario de Finanzas por aquellos entonces.

En honor a la verdad, no es solo el cash. Tenemos los audios de la propia Layda diciendo que hay que maicear a los medios y las acusaciones de corrupción contra el Cuau, que vienen desde sus días en la alcaldía de Cuernavaca y que agarran cierta verosimilitud por las fotos que se hace con narcos. 

Está el problemita con Ana Gabi Guevara. Están los ventiladores a precio de tecnología espacial del hijo del licenciado Bartlett. Está el caso rarísimo de la longaniza de 16 mil pesos kilo y los chescos a 300 la lata para su casa, Palacio Nacional. 

Está mi Delfina, Presidente: Lady 10%. O Miss 10%, en su caso. (A propósito, parece que en el Edomex no les gustan las bendiciones como ella, para usar las palabras que le obsequió en su conferencia del otro día.) Ah, y los 900 kilos que se le traspapelaron a la propia Miss en la SEP. 

Por supuesto, está la ironía de que hayan desfalcado al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. Y lo de Segalmex, que arrasó con el récord de la Estafa Maestra. 

Claro que antes ya le habían dado un sablazo a los damnificados del sismo de 2017, con aquel fideicomiso que se hizo humo. “Por los demás”, así se llamaba, ¿verdad? 

Claro, están un par de explicaciones pendientes. Como los contratos por varios miles de millones de pesos a empresas relacionadas con la familia de la secretaria de Energía. Ah, y lo de Baker-Hughes y nuestro bodocazo, al que le pido que le mande un saludo fraterno de mi parte, porque resultó que los de Baker siempre sí habían visto unas mejoradotas de contrato con Pemex. 

De la billetiza a medios y plumas de aplauso fácil, ya sabe: que La Jornada, que El Chamuco, que la Sabina, que –antes– el Doc Doc, etcétera, no hay espacio, lamentablemente, para hablar.  

Lo que le quiero decir, Presidente, o más bien suplicar, es que, porfa, nos regrese la corrupción. Porque, seamos francos, lo de la honestidad valiente nos está costando un
ojo de la cara.

 

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@juliopatan09