COLUMNA INVITADA

Julio Scherer

Tuve la oportunidad de ver cómo prestó servicios estratégicos a la causa del presidente López Obrador

OPINIÓN

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Ernesto Villanueva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Conozco a Julio Scherer Ibarra desde hace muchos años. No ha necesitado defensores cuando ha debido enfrentarse a la inquina. Él ha sabido hacerlo cuando se ha requerido. Hoy no es la excepción.

Aclaro que no he sido beneficiario de cargos públicos o de negocios de cualquier tipo por parte de Julio, por si algún malqueriente quisiera ver un conflicto de interés en mis motivaciones para escribir estas líneas, aunque sea de tipo ético.

Sí he sido, lo reconozco, beneficiario de sus consejos, de su retroalimentación de ideas y pareceres, e incluso, por momentos, de su confianza. Julio no es un hombre de protagonismos, ni afecto a los reflectores de los medios.

En estos años tuve la oportunidad de ver cómo prestó servicios estratégicos a la causa del presidente Andrés Manuel López Obrador como candidato, primero, y después como titular del Ejecutivo Federal, desempeñando un papel de importancia capital para darle cauce a los aspectos más complejos de la transición de un gobierno tradicional a uno de nuevo cuño.

Ello requirió tratar y atender las más distintas inquietudes con diversos actores políticos, económicos y sociales que Julio supo dar cauce en el marco de la Constitución y la ley.

Parte de la consolidación del gobierno de la 4T, con todo y sus claroscuros, se explica por el trabajo de Julio.

Sé que no es su estilo prodigar en público sus aportes, pero yo no tengo restricciones para compartir lo que me consta de este primer trienio de gobierno.

Menos ahora que se pone injustamente en predicamento su patrimonio moral, a la luz de unas conspicuas acciones con apariencia de buen Derecho que no tendrán futuro en tribunales (simple y sencillamente porque no se advierte fundamento alguno en esas denuncias), pero han ido ganando espacios mediáticos las interesadas acusaciones que se le endilgan y que lastiman sus derechos al honor y a la propia imagen.

No me consta que estas iniciativas hayan sido alentadas por Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República, pero me genera dudas que las filtraciones desde ese organismo de procuración de justicia sean sólo coincidencia.

Alguien podría pensar que la FGR sólo cumple con la ley sin cualquier otra consideración, lo que sería loable, plausible. Por desgracia, no es el caso.

La violación del derecho a la presunción de inocencia en agravio de Julio y la campaña mediática en su perjuicio no tienen asidero legal alguno. Tengo una genuina admiración y un gran afecto por Julio.

Lo apunto ahora y en público para que no quede duda en estos tiempos en que las empatías están a la orden del día, pero en corto y en secreto. Eso no va conmigo.

Sería una villanía guardar silencio, como lo aconsejaría el pragmatismo, cuando hay una campaña que busca aniquilar el prestigio de un hombre comprometido con los mejores intereses del país, como ha sido el de Julio desde siempre.

POR ERNESTO VILLANUEVA
COLABORADOR
@EVILLANUEVAMX

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