DESDE AFUERA

Cuba: el debate hacia el futuro

El líder Fidel Castro ya no existe y, en su lugar, hay una burocracia que lucha por encontrar caminos y salidas para su población

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Dicen que las revoluciones se convierten en instituciones o corren los riesgos de transformarse en burocracias.

A 62 años de la victoria del movimiento, encabezado por el ya fallecido Fidel Castro en Cuba, la situación sigue complicada.

La isla, dice Gerardo Arreola, autor del libro Cuba: el futuro a debate, expone una nación que trata de encontrar su camino, luego de que pareció tener todas las certidumbres, en lo bueno y lo malo.

Cuando un Fidel Castro enfermo deja el poder a su hermano Raúl, en 2006, permite en cierta forma el inicio de un periodo de transición y transformación que deja al gobierno postcastrista en busca de una nueva legitimidad.

TE PUEDE INTERESAR: América Latina ¿nuevo juego diplomático?

Pero esa búsqueda está marcada por el surgimiento de disensiones internas, determinadas más por problemas, carencias y necesidades domésticas, que por la acción de grupos anticastristas aunque el gobierno sostiene que hubo presencia de "mercenarios".

De acuerdo con Arreola, los incidentes del 11 de julio de 2021 hicieron arreciar un debate sobre el futuro que se inició con la caída del Muro de Berlín, en 1990, y "mostró que la administración del tiempo político tiene límites en la calle, que la reforma económica tiene retrasos significativos y al menos parte de su diseño puede estar cuestionado por la realidad".

Más aún, que las movilizaciones "acentuaron la falta de cauces institucionales para la discrepancia y que la legitimidad de gestión requiere construirse, una vez que la de origen se ha extinguido con el ocaso de los líderes históricos".    

En su libro, Arreola hace una descripción de la actualidad cubana, una en la que el debate y la discusión están presentes, a pesar de fuerzas que dentro y fuera del gobierno preferirían el regreso a los tiempos de la Unión Soviética, o como señaló en una conversación, "a un pasado que ya no existe". 

Curiosamente esa frase podría aplicarse también a muchos de sus contrapartes en EU, los principales motores del bloqueo económico estadounidense y, por tanto, contribuyen a que el gobierno y gran parte de la sociedad de Cuba se sientan atacadas y se atrincheren en una situación que ya no es real.

Cierto, entre las verdades absolutas estaba, y está, la enemistad de sectores estadounidenses, empeorada porque la breve tregua, durante el gobierno de Obama, permitió a los cubanos asomar a los posibles beneficios de una vida sin asedio.

Esa puerta se cerró, con el consecuente ruido de los conservadores en Estados Unidos y en Cuba, para retornar al status quo de una "Guerra Fría" en la que Castro personificaba la "amenaza comunista".

TE PUEDE INTERESAR: EEUU y México, un entendimiento

Castro ya no existe y en su lugar hay una burocracia que lucha por encontrar caminos y salidas para su población.

Más allá de que se esté o no de acuerdo con los cubanos, o con la visión del periodista, un corresponsal experimentado que no sólo vivió en Cuba, el libro de Arreola es una valiosa contribución para entender lo que hoy sucede en una isla con una presencia desproporcionada a su tamaño.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

CAR

SIGUE LEYENDO

México y Panamá, la forma es fondo

Panamá y México, la canciller y el embajador

#NiSilencioNiOlvido #NoSeMataLaVerdad