DESDE AFUERA

¿Una nueva/vieja Latinoamérica?

El gobierno de Alberto Fernández buscará dialogar con los regímenes de Nicolás Maduro, en Venezuela, y de Daniel Ortega, en Nicaragua

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con casi cuatro meses de retraso, el gobierno de Alberto Fernández finalmente se hará cargo de la presidencia de la revivida Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en una reunión de cancilleres a realizarse a principios de enero en Buenos Aires.

Será en cierta forma la confirmación del optimismo de los regímenes izquierdistas, en la permanencia de la llamada "marea rosa" que actualmente recorre a la región, con las recientes victorias electorales de Gabriel Boric, en Chile; Xiomara Castro, en Honduras, y Pedro Castillo, en Perú; así como los esperados triunfos de Gustavo Petro, en Colombia, y sobre todo, de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.

Esos gobiernos se unen a los de Argentina, Bolivia, Cuba, México, Nicaragua y Venezuela.

Y en ese marco, al mismo tiempo, puede estar implícito un reajuste político de alcances continentales.

Cuestiones de política exterior

Creada en 2010 a partir de propuestas competidoras de los gobiernos de Lula da Silva, en Brasil, y Felipe Calderón, en México, la Celac permaneció en un virtual letargo y fue reclamada en 2019 y revitalizada en 2020 por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, como un contrapeso regional a la Organización de Estados Americanos (OEA) y EU.

De acuerdo con por lo menos un análisis, se trata de aprovechar la pérdida relativa de poder de Estados Unidos para minimizar su capacidad intervencionista "y adquirir una mejor capacidad de negociación, especialmente si lo hace de manera integrada".

De hecho, esa es la propuesta planteada por López Obrador a Estados Unidos: negociar una alianza con una América Latina unificada a partir del modelo de la Unión Europea.

De acuerdo con el Centro Latinoamericano de Análisis Geopolítico (Celag), la Celac es la única instancia regional que no perdió solvencia en los últimos años, "particularmente para avanzar en materia de soberanía sanitaria y defensa irrestricta de los derechos humanos, aspectos que muestran grandes debilidades en este momento de crisis".

El Celag está vinculado por un lado al Grupo de Puebla, en el que participan muchos, sino todos, los más prestigiosos dirigentes de la izquierda regional, y por otro a grupos europeos como el español Podemos.

Ahora, de acuerdo con versiones procedentes de Buenos Aires, el gobierno de Fernández buscará dialogar con los regímenes de Nicolás Maduro, en Venezuela, y de Daniel Ortega, en Nicaragua, que son considerados como los representativos más extremos de la izquierda autoritaria en América Latina, y a los que el Celac, el Grupo de Puebla y el Celag han evitado criticar, al menos públicamente.

Al margen de la curiosidad sobre las posibles divergencias en la "marea rosa" hay dudas creadas por la posible reelección de Lula da Silva, en Brasil, y su eventual retorno a Celac, ante las posibilidades de que retome la gesta histórica brasileña por el liderazgo continental, a lo que México se opuso por décadas.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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